Así va España, así nos va...

Gestionar siempre fue difícil, seguro que ahora más, pero a pesar de la adversidad es complicado hacerlo peor, en el fondo, y en las formas. España ha sufrido los rigores del COVID , la crisis energética y las consecuencias colaterales de la guerra como el resto del mundo. Sin embargo, en todos los indicadores somos los peores de Europa . Más contagios que nadie, más paro que nadie, y más problemas que ningún otro país miembro de la UE. Ahora Sánchez anuncia ayudas al carburante y no deja satisfecho ni a las propias gasolineras. Ayer, las más pequeñas amenazaron con no abrir porque no pueden adelantar la bonificación. La idea del Gobierno era la de siempre, que otros corran con la fiesta y ya pagaré yo cuando pueda, si puedo... A toda prisa y ante el motín de los distribuidores de carburante tocó rectificar, como siempre tarde y mal.

Y luego está lo de los impuestos . Toda Europa y tras la situación vivida con la pandemia bajó la presión fiscal, todos menos España. Llegó la guerra de Rusia y todos volvieron a liberar tensión impositiva, todos menos España. Para los carburantes , para la energía y para lo que quede por venir lo más rápido y efectivo es bajar impuestos. No hay que tramitar una petición, ni presentar una instancia, los bajas y el beneficio para el contribuyente es directo, automático y más efectivo que con cualquier ayuda, que por cierto recuerdo tributan como ingreso...

En el ADN de la izquierda española eso de bajar impuestos no va, en Alemania el nuevo Gobierno no ha tenido duda alguna. Aquí cualquier decisión del Ejecutivo de Sánchez lleva un peligroso «tufo» electoral que tira de espaldas. Con el país cayéndose a pedazos a mi hijo le caen ahora 400 euros para comprarse videojuegos , aunque a este paso llegue el día en el que no pueda ni llenar el depósito ni pagar el recibo de la luz, gracias presidente.