Vicente Ordaz - Señal de radio
Mi coronavirus
«Mi apoyo y cariño a los que sufren el coronavirus de verdad, no como yo»
Tengo que empezar con una disculpa. La semana pasada fallé a mi cita semanal aquí. La respuesta es que dos días antes había sido confirmado como positivo por coronavirus . Vaya por delante que físicamente no me he sentido mal en ningún momento. Soy lo que llaman los médicos un positivo asintomático. Espero no tener que tragarme este artículo pero esta es la hora en la que no he tomado ni un paracetamol. Si todo sigue así la próxima semana estaré en disposición de someterme a la prueba para negativo. Mi experiencia como enfermo afortunadamente para mí, no vale. Pero si, para contarlo desde este lado.
Cuando recibes la llamada que te da la noticia, insisto sin dolor o síntoma en mi caso, algunas cosas se te caen encima. Piensas en tu familia, en mi caso mi madre, omito su edad para no llevarme una bronca, aquellos de tu entorno que podrían entrar en riesgo serio si se infectan con el virus que llevas tu. Cuentas uno a uno los días desde tu último encuentro con ellos. Luego viene algún miedo, cuando ves noticias o estadísticas. El móvil se colapsa, y reconforta comprobar cómo se preocupa por ti más gente de la que crees. Con mi carácter gruñón es de agradecer. No lo olvidaré. Gracias por las llamadas, las video llamadas, los audio de whatsapp, gracias a todos .
Y luego llega la atención sanitaria. En mi caso y afortunadamente solo telefónica, y de la que solo puedo mostrar gratitud y agradecimiento. Por el trato, por la amabilidad, por el cariño. Porque en jornadas para los sanitarios que no se acaban, ninguna llamada fue corta. Nunca tienes la sensación de «prisa». Siempre están. Como también está la consellera de Sanidad, a la que el martes se le cayó el cielo encima de su cabeza, por una frase desafortunada. Solo recuerdo que Ana Barceló sale todos los días a explicar la situación más difícil a la que jamás nos hayamos enfrentado. Todos los días se presenta ante los medios para anunciar veinte muertes de media, incluso la semana pasada en el día en el que había perdido a su madre, quiso estar y dar la cara, algo que no ha trascendido.
Ojalá todo esto acabe pronto y las cosas retomen su orden lógico. Quizá resulte que antes éramos felices y no lo sabíamos. Mi apoyo y cariño a los que sufren el coronavirus de verdad, no como yo. Dios quiera que la maldita vacuna llegase mañana y todo esto acabe. Gracias por vuestro tiempo. Prometo no faltar la próxima semana .