Vicente Ordaz - Señal de radio
Fue bonito mientras duró
«Nada volvió a ser lo mismo desde que Ximo Puig decidió adelantar las elecciones»
El gobierno botánico nació en 2015. Era un matrimonio de conveniencia. Ximo Puig y Mónica Oltra , tan antagónicos como curtidos en la cosa política, fueron capaces, especialmente el presidente, de torear y capear disputas y problemas internos. Tras 20 años de gobiernos populares no fue demasiado complicado ponerse de acuerdo en el “reparto”. Pero el paso del tiempo y los acontecimientos han hecho su trabajo, al final juntar PSPV y Compromís, es como mezclar agua y aceite.
En el lado socialista del Consell , son ya algunas voces de peso, las que no dan un duro por que el pacto de gobierno dure toda la legislatura, no se sostiene y la presión interna a la que Compromís somete al ejecutivo aumenta día a día. Nada volvió a ser lo mismo desde que Ximo Puig decidió adelantar las elecciones.
Pero la prueba de estrés a la que se ha sometido al pacto botánico en el último mes ha dejado a la vista las costuras del gobierno, las costuras de Compromís. El bochornoso fraude a la EMT por no saber gestionar como se debe, ha obligado al PSPV a alinearse con la oposición ante la ¿inexplicable? actuación de Grezzi y los suyos, situación aprovechada por el portavoz nacionalista Fran Ferri para mandar un mensaje a Puig; “este no es el camino”.
Pero la gran vía de agua la ha abierto Cataluña . El Bloc se lanzó en tropel a pedir la libertad de lo que para los nacionalistas ¿valencianos? son “presos políticos”. Mónica Oltra que se desmarcó de esta afirmación solicitaba esta misma semana eliminar del código penal el delito de sedición, y otro peso pesado Enric Nomdedeu, miembro de gobierno de la Generalitat escribía en redes sociales que la policía infiltrada estaba detrás de las revueltas de Barcelona. Sin comentarios.
Y el remate para madurar la ruptura. Intu Mediterráneo . El fallo del TSJCV da la razón al promotor y reactiva el proyecto tachado como “demoníaco” por Compromís. Los socialistas son partidarios de no recurrir la sentencia, y hasta Manolo Mata, portavoz en las Cortes, salía ayer a recordar a sus socios que “no se pueden forzar las leyes, están para cumplirlas”. Mal vamos todos si a un partido con responsabilidad de gobierno hay que explicarle que se debe cumplir la ley, y peor si además debe saber que las resoluciones judiciales, aunque no gusten, hay que respetarlas y cumplirlas. Fue bonito mientras duró....
