Vicente Ordaz - Señal de radio

Alcaldes, no hay vacuna

«Escudados en sus arcaicas estructuras y normas de funcionamiento no los han echado todavía de sus formaciones»

Este jueves la consellera Ana Barceló firmaba la orden por la que prohíbe la vacunación en su segunda dosis para aquellos caraduras varios que saltándose el protocolo y turno, se inocularon el único remedio que a día de hoy existe para no morir por coronavirus . Ayer jueves, último dato actualizado, 97 muertos.

¿Cómo sería por ejemplo ayer la velada en casa del matrimonio Coll-Vives? Alcaldes y residentes en La Marina Alta . Después de escuchar esta semana al alcalde Coll pedir una investigación por su vacunación y reafirmarse en el cargo pensará supongo que sería una mala noche. Qué injusticia debieron pensar los Coll-Vives, negarles a ellos la segunda dosis, ellos que se exponen, que se sacrifican, ellos que en su realidad se ven en la primera línea de Covid.

No sé cómo habrá pasado la noche Fran López , joven alcalde socialista de Rafelbuñol, el que se vacunó para dar confianza a sus vecinos, no podrá completar su objetivo, se queda a medio camino, con sus lozanos 29 años.

Una corriente de opinión bastante numerosa, apunta a que no vacunar a estos sujetos es “tirar” dosis en un momento en el que hay escasez de vacunas. Me muestro en absoluto desacuerdo . No “premiar” a los tramposos e indignos que se pusieron una vacuna que necesitaba otra persona más vulnerable servirá para que futuros aspirantes a tramposos e indignos se lo piensen. Setecientas dosis “tiradas a la basura” me parece un precio pequeño.

Imagen del alcalde de El Verger durante el último pleno del Ayuntamiento EFE

Y para los que se quejan de la falta de un protocolo. De acuerdo. Error garrafal al canto. P ero para eso está precisamente un alcalde . Para que si recibe una llamada porque sobran dos dosis tenga a los cinco minutos diez personas de la localidad localizadas y en disposición de ser vacunadas. De eso entre otras cosas va ser político, no en salir corriendo del despacho remangándose la camisa de un brazo mientras que con el otro, llamas a la consorte.

Y la última queja es para los partidos políticos de los alcaldes, PPCV y PSPV. Escudados en sus arcaicas estructuras y normas de funcionamiento no los han echado todavía de sus formaciones. Miden sus pasos con cálculos electorales. No quieren los primeros en perder la alcaldía de La Nucía, ni los segundos las de Rafelbuñol o El Vergel. Les da igual que su comportamiento sea un bochorno y se espera a ver si escampa, solo miden no perder poder. Así nos va…

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