Viajes, vacaciones y celebraciones

¡¡Y subió el Levante!!Enhorabuena. Bueno para la entidad y para la ciudad. Lo ha hecho de acuerdo a un modelo, el impuesto hace años ya por su presidente Quico Catalán y su equipo de trabajo. Seriedad y equilibrio. Han sacado petroleo. Con la salvedad del descenso, es imposible en el último quinquenio hacer más con menos. Pero además el Levante se ha convertido en un modelo de integración, con la ciudad y con su entorno, otro sello marca de la casa Catalán. Ver lo que es hoy la entidad y de donde viene de la época Villarroel invita a la reflexión. Si el que manda es normal y coherente, las cosas salen. El Levante hoy es un club cercano y querido , seas seguidor o no de sus colores, cae bien.

Pero para incoherencia, y por comparación, la de algunos, e ntre los que está el alcalde Ribó. Se sabía con algo más que antelación que el Levante iba a certificar su ascenso el pasado sábado. Cualquier celebración deportiva de importancia termina en el balcón del ayuntamiento. Ribó decidió no estar, tocaba descanso y puente largo, vacaciones . Las comparaciones son odiosas pero pregúntense donde hubiera estado el martes su antecesora en el cargo. En su ausencia, el protagonismo lo asumió Mónica Oltra, la más lista de la clase, aunque estar donde tocaba en los festejos de un equipo que asciende a primera no era tan difícil, no es necesario haber impartido un máster en estrategia política por la Universidad de Stanford.

Y para comparaciones de incoherencia en el plano deportivo, la de los de Mestalla. Este jueves, Alesanco, Alemany y Murthy , o sea los jefes, se reunían en Singapur con el dueño Peter Lim en un cónclave que debe determinar si se ficha a Quique Setién como entrenador ¿No hubiera sido más fácil, y más apropiado que en lugar de mandar a la cúpula directiva a Asia, Lim se hubiese dignado aparecer por Valencia? Con lo visto de como se funciona en unos y otros despachos apunten a que o cambian mucho las cosas o la temporada que viene el Levante se mantendrá en primera con holgura mientras el Valencia va camino si esto no cambia mucho, de vivir otro año más instalado en la más absoluta mediocridad. Con nuestros políticos pasará lo mismo. A este paso las vacaciones de uno, o los viajes a Finlandia de otro pasarán factura, mientras que estar a la hora que toca en el sitio que toca, acaba dando sus frutos. Al tiempo.