José Font - Los cuadernos de Napoleón
Verano en Jávea
Jávea es la alegoría del verano a lo largo del año. Su casco histórico, sus sendas, sus montañas y calas perdidas...
![Vista de una de las preciosas calas vírgenes de Jávea](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2016/07/09/javea-k0BG--620x349@abc.jpg)
Mientras los políticos se ponen de acuerdo o no en entregar al país un gobierno a la altura de sus ciudadanos, voy a inaugurar la temporada de verano en mi columna semanal de ABC Comunidad Valenciana haciéndoles una invitación seria y formal: conozcan Jávea a fondo. Háganlo empezando por un museo valenciano durante estos días. Su sala repleta de acuarelas y formas que indiscutiblemente son el sello del paraíso de la Costa Blanca será el primer capítulo del enamoramiento entre Jávea y ustedes.
El rito del cortejo empieza con el arte, y así debe ser. El MuVIM acoge hasta otoño una exposición de los Lambert, una familia franco-suiza afincada en España desde los inicios del convulso siglo XX, concretamente en Jávea. Este linaje de artistas, con André Lambert-Perret a la cabeza, formó parte de la élite cultural y socio-económica del París de la Belle Époque. Sin embargo los trabajos de la ciudad del Sena, los encargos de los mecenas, los bailes, las recepciones en las embajadas… no eclipsaban los deseos de los Lambert de regresar a ese reciente descubrimiento en sus vidas: Jávea y el Portichol con sus aromas, colores, arquitectura y sabores . Sorolla ya había hecho lo mismo unas décadas antes y quedó anonadado, como reflejan todas las cartas que enviaba a su mujer desde la casita al lado del mar donde el pintor valenciano creaba arte para la posteridad.
Jávea ha resistido mejor que otras poblaciones de la costa los embistes del desarrollismo franquista primero y la burbuja urbanística después. No obstante, en el ámbito cultural ha habido una desidia gubernamental local tanto en la izquierda como en la derecha, propia de la sociedad valenciana con su «menfotismo» ilustrado que ha llevado hacia el abismo proyectos culturales internacionales como la Biblioteca Bas Carbonell a finales de los 90, y en 2012, el legado de Los Lambert. Administraciones más fuertes y potentes como la Diputación de Valencia se hicieron con el estimado botín. Sin embargo nos queda el consuelo de varias colecciones particulares y fundaciones privadas que, de vez en cuando, reúnen obras de los Lambert y nos deleitan a javienses y turistas con circuitos culturales y exposiciones decentes sin la colaboración muchas veces de las instituciones públicas del municipio, de la provincia o la autonomía. Bravo por ellos.
En los años 60, con el «Spain is different» del Ministerio de Turismo, nacía también en el mismo departamento el «Jávea, Amanecer de España» , puesto que esta ciudad era la primera en ser besada por el sol en la Península Ibérica. Lema efectista pero erróneo, contando que España empieza en Menorca, o si nos ponemos tontorrones y nostálgicos, en las Filipinas.
No soy un gran defensor de los domingueros ni de los que eligen agosto como único mes de vacaciones. Siempre abogo por disfrutar y dilatar las estancias durante todo el curso, por ello Jávea es la alegoría del verano a lo largo del año . Su casco histórico, sus sendas, sus montañas y calas perdidas harán que uno quiera volver para quedarse siempre al lado de ese Montgó sempiterno vigilante. Para los demás siempre les quedará esa visita fugaz y el postureo de los locales de moda, ignorando que Jávea es mucho más que eso. Suerte. Sorolla me haría caso, los Lambert también.