Sucesos
Veinte años de cárcel por estrangular a su tía de 88 y llevarse la tele y 300 euros de su casa
El condenado admitió los hechos pero sostuvo que su familiar le había pedido que la matara

Una magistrada ha impuesto veinte años de cárcel por un delito de asesinato a un hombre que estranguló hasta la muerte a su tía abuela en Alicante el año pasado, según la sentencia hecha pública hoy por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).
Además, le ha condenado a otros tres meses de cárcel por un delito de hurto, pues tras cometer el crimen apropió de un televisor, algunas joyas y 300 euros en efectivo de la víctima, que tenía 88 años.
El fallo recoge el veredicto de culpabilidad dictado por unanimidad la semana pasada por un jurado popular contra Félix R.S., al término del juicio celebrado en la Audiencia de Alicante.
En la primera sesión de la vista oral, el procesado había reconocido el crimen, aunque alegó que había sido la propia anciana quien le había pedido que acabase con su vida por sus problemas de salud.
"Me dijo muchas veces que estaba harta , que no podía más y que quería morir. Era dependiente cien por cien. No salía prácticamente de casa, no podía levantarse de la cama, era diabética, tomaba diez pastillas cada día y se hacía continuamente sus necesidades encima", explicó entonces.
Los hechos ocurrieron el 5 de octubre del año pasado en el piso que el presunto asesino y su tía abuela, aquejada de diversas dolencias, compartían en la calle Pintor Aparicio de la ciudad alicantina.
La sentencia declara probado que Félix R.S. estranguló a Isabel A.M. con el cable eléctrico de una lámpara mientras ella esperaba sentada en su mecedora a que le llevara el desayuno, dejó su cadáver en el domicilio y se entregó cinco días más tarde en una comisaría de policía de la ciudad.
La magistrada aplica al asesino la atenuante de confesión en su máximo grado, pues ésta fue "oportuna, facilitó significativamente la investigación y fue persistente y veraz en cuanto al reconocimiento de los hechos".
Sin embargo, castiga el crimen con la pena de veinte años, como pedía la fiscalía, y no con quince, como reclamaba la defensa, "atendiendo a la gravedad de los hechos y a que los mismos se produjeron en el domicilio de la víctima".
De hecho, recuerda que Isabel M.A. era una anciana " deteriorada por la edad y las dolencias propias de la misma ", y esas circunstancias fueron "aprovechadas" por su sobrino para quitarle la vida sin darle posibilidad a defenderse.
Es más, el Código Penal castiga ahora, tras la última reforma, el asesinato de una persona especialmente vulnerable por razón de su edad con la pena de prisión permanente revisable, pero la fiscalía no ha invocado ese artículo en este caso por la confesión que hizo el acusado.