Tribunales
Tres años de cárcel para el apoderado de un banco por apropiarse de 3,3 millones de euros
El condenado desvió fondos a cuentas de su propiedad y de familiares durante ocho años

La sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a un empleado de una entidad bancaria de la Vall d'Uixò a tres años y cuatro meses de prisión y a devolver los 3,29 millones de euros de los que se apropió desviando fondos a cuentas de su propiedad y de familiares durante 8 años.
La sentencia considera probado que el acusado ostentaba el cargo de apoderado en una entidad bancaria de la localidad de la Vall d'Uixò, en el área de cartera comercial.
Dicho cargo le permitía introducir en los registros contables anotaciones de corrección no automáticas que requieren código de acceso solo disponible para dicho puesto de trabajo.
Entre los años 1998 y 2005 -tiempo en que ostentó ese cargo- sin que conste que estuviera puesto de acuerdo con su hermano y su esposa, urdió un plan consistente en el desplazamiento de importantes cantidades de dinero de dicha entidad bancaria a sus cuentas corrientes con el objetivo de obtener un ilícito beneficio patrimonial.
El dinero lo ingresó en cuentas suyas, de su esposa y de una empresa de la que era propietario junto a su hermano y su padre , según la sentencia.
El acusado realizó los desplazamientos dinerarios mediante la creación de remesas simuladas de efectos comerciales, cuyo importe era ingresado en las referidas cuentas de propiedad del procesado y familiares.
Su operativa consistía en realizar desde su ordenador, con su número de usuario y su clave -que sólo él podía utilizar-, la grabación de remesas ficticias de efectos en cartera comercial contra contratos de anticipo de crédito de clientes de la entidad, para seguidamente efectuar el abono, no en la cuenta del cliente sino en las suyas.
El acusado iba creando y cancelando remesas en el sistema general de la entidad bancaria para tapar los desfases pero finalmente fue descubierto una descompensación importante en noviembre de 2005.
El procesado llegó a desviar a estas cuentas corriente un total de 3.297.735 euros.
Los hechos son constitutivos de un delito continuado de apropiación indebida en concurso con un delito continuado de falsedad en documento mercantil.
La magistrada presidenta ha tenido en cuenta la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas y le ha impuesto una pena de prisión de tres años y cuatro meses y una multa de 2.030 euros.
Además deberá indemnizar a la entidad bancaria en la cantidad desviada, más el interés legal y 30.000 euros por daños morales.