AGRICULTURA Y CONSUMO
Un trasvase de emergencia salva las uvas de Nochevieja
El riego de socorro con 5 hectómetros del Júcar-Vinalopó asegura una cosecha con granos de más calibre y calidad de lo habitual, aunque un 25% menos cantidad que el año pasado
Las uvas que los españoles comeremos en Nochevieja para dar la bienvenida a 2017 llegarán a los hogares este año gracias a un providencial trasvase de agua del Júcar al Vinalopó que permite desde hace unos días regar miles de hectáreas en varios municipios alicantinos donde se cultiva este fruto desde hace décadas.
Y van a gustar seguro, porque este año tienen un gran calibre y calidad , aunque esa buena noticia para los consumidores lleva implícita otra no tan positiva para los agricultores, porque venderán entre un 20% y 25% menos que el año pasado -se consumieron unos dos millones de kilos-, al haber menos cantidad. Al menos, esperan que los precios compensen este menor volumen.
«Se ha salvado la cosecha de uva de mesa embolsada con un riego de socorro», ha resumido Ángel Urbina , portavoz de la Junta Central de Usuarios del Consorcio de Aguas del Júcar-Vinalopó, l'Alacantí y las Marinas, satisfecho del acuerdo firmado el pasado 29 de julio entre su presidente, Andrés Martínez , y la empresa estatal Acuamed , que ha llevado agua a Aspe, Monforte del Cid, Hondón de las Nieves, La Romana, parte de Elche y Agost, entre otros.
Estos cinco hectómetros cúbicos para agosto y septiembre también permiten plantar la alcachofa para el otoño, entre otros beneficios.
Aunque pueda parecer paradójico, en el campo alicantino prefieren que ahora mismo no llueva, sobre todo, por la alta probabilidad de que en estas fechas y en estas tierras caiga pedrisco, lo que todavía podría arruinar la cosecha, explica Urbina.
Costes disparados
Desde la asociación Jóvenes Agricultores- ASAJA Alicante , han evaluado que en la presente campaña se han disparado los costes de producción, en parte, precisamente por esa escasez de agua que habían soportado en la primavera y principio del verano, ya que al tener que recurrir a caudales que no tenían la calidad óptima se han visto obligados a tratar la viña.
Sus cálculos apuntan a que se han multiplicado por cinco estos gastos, también debido a una plaga de hongos, que ha afectado a las variedades tempranas y ha retrasado el embolsado.
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