Política

La tránsfuga de Vox denuncia reuniones a escondidas, engaños y «ninguneo» en las Cortes Valencianas

Rebeca Serna expone en un escrito dirigido a la militancia los motivos que le han llevado a abandonar el partido sin dejar su escaño

Vox pierde a una diputada y ensancha la fractura de la derecha en las Cortes Valencianas

Imagen de archivo de la diputada Rebeca Serna en las Cortes Valencianas CORTS / INMA CABALLER
Toni Jiménez

Toni Jiménez

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«No se actuaba con claridad y transparencia, de manera abierta, sino muchas veces con engaños y ocultaciones. Se hacían reuniones a escondidas , se contaba con unas personas y con otras no sin saber muy bien el porqué».

Son algunos de los motivos que esgrime la ya exdiputada de Vox en las Cortes Valencianas Rebeca Serna para abandonar el grupo parlamentario -que pasará de diez a nueve miembros - sin dejar su escaño, en un escrito remitido a la militancia. Serna, que se pasa a los no adscritos junto a otros cinco ex de Ciudadanos, es la primera tránsfuga de los de Santiago Abascal en la región desde que consiguieron representación en 2019, la sexta de esta legislatura en la Cámara autonómica.

Denuncia la «pérdida de confianza», el «ninguneo» y las «críticas» a sus espaldas de sus ya excompañeros, quienes han llegado a «poner en cuestión» su relación personal «con determinados afiliados, algunos de ellos personas que están en las listas de candidatos a diputados autonómicos».

«He asistido a muchos actos, como parte de mi trabajo, a los que no se ha dado ninguna relevancia, a diferencia de lo que se hace con otros diputados. En ocasiones, hasta me han dado literalmente la espalda, no me han dirigido la palabra, y se han hecho la foto aprovechando alguna ausencia mía », asegura.

El punto de no retorno lo marcó, según Serna, la propia formación al no informarle sobre un encuentro de cargos provinciales -es diputada por Castellón- con simpatizantes en el municipio en el que reside. Una reunión en la que «se dijeron, presuntamente, cosas insultantes» sobre ella. Pese a que intentó aclarar las cosas «internamente», todavía le quedaba un mal trago por pasar: la edición de un vídeo con los mejores momentos de Vox en las Cortes Valencianas, con intervenciones de todos los diputados excepto las suyas.

Por todo ello, tras dos años «muy difíciles», concluye la diputada, «no tiene mucho sentido dar la cara» por un partido «del que no recibo ningún apoyo».

A Vox no le constan problemas

Rebeca Serna solicitó este lunes a la Mesa de Les Corts que se adopten «las medidas oportunas y necesarias» para que se le garantice «el ejercicio de todos los derechos parlamentarios» y el acceso a los medios materiales «necesarios para desarrollar sus funciones». Así, pide que se le informe sobre la cantidad económica mensual que tiene asignada para atender los gastos derivados de las mismas y de los trámites para seguir haciendo uso de su plaza de garaje. Además, plantea que se le asigne el escaño que la Mesa «considere oportuno dentro del hemiciclo» y que se le integre en la Comisión de Medio Ambiente, Agua y Ordenación del Territorio.

Se convierte en la tercera baja del grupo que lidera Ana Vega en dos años. Desde Vox señalan que «no constan» problemas con Serna, «por lo menos en el funcionamiento del grupo parlamentario», y achacan este movimiento a una «decisión personal» sobre la que la formación «no tenía conocimiento». Por ello, consideran que es la diputada «quien debe dar explicaciones».

Nacida en la localidad valenciana de Llombai hace 53 años y licenciada en Biología, entró como diputada por Castellón al parlamento tras la dimisión de David Muñoz para reincorporarse a su labor como docente universitario. Meses después, el médico Vicente Roglá también renunciaba a su puesto por motivos de salud.

Cambios en la derecha valenciana

El baile de caras en la bancada de la derecha ha estado marcado en los últimos meses por el relevo en la portavocía del PP de Isabel Bonig, que renunció a su escaño al no contar con el apoyo de la dirección nacional para ser reelegida presidenta -puesto que ocupa Carlos Mazón - y cedió su condición de síndica a Eva Ortiz. No obstante, la fuga de cargos de Ciudadanos , descontentos con el rumbo que ha tomado el partido que lidera Inés Arrimadas, ha protagonizado los principales movimientos en la Cámara.

La marcha del entonces portavoz de la formación naranja Toni Cantó dejó al descubierto las desavenencias entre dos sectores de un mismo grupo de 18 diputados, uno menos que los populares, que ahora se han quedado en trece bajo las órdenes de Ruth Merino. Cuatro de ellos renunciaron a las siglas que les llevaron a sus sillones tras la moción de censura fallida en Murcia. A ellos se sumó un quinto justo cuando su voto era necesario para aprobar junto a PSOE, Compromís y Unidas Podemos la rebaja de la barrera electoral del cinco al tres por ciento de los votos.

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