Sucesos
La Policía no halla anomalías con consecuencias penales en la atracción donde murieron dos niñas en Mislata
La investigación continúa abierta a la espera de nuevas pruebas periciales sobre las rachas de viento que volaron el castillo hinchable
Los investigadores interrogan al dueño de la atracción y a los ingenieros que firmaron las certificaciones
Una semana después del siniestro en un castillo hinchable de la feria de atracciones de la localidad valenciana Mislata en el que dos niñas murieron y otros siete menores resultaron heridos , la Policía Nacional continúa las pesquisas para determinar si se trató de un trágico accidente o de un caso de posible doble homicidio por imprudencia.
Conforme avanzó ABC este lunes, los agentes encargados de las pesquisas han interrogado tanto al propietario de la atracción como al técnico municipal que validó el castillo hinchable y al ingeniero técnico industrial que certificó el proyecto por parte de la empresa el pasado mes de mayo.
Asimismo, se ha tomado declaración a distintos testigos del accidente en el que murieron dos niñas de ocho y cuatro años . La investigación sigue abierta a la espera de nuevos interrogatorios de personas que presenciaron los hechos pero que se encuentran guardando cuarentena por estar contagiados del coronavirus.
Las indagaciones se centran en determinar si los anclajes de la atracción cumplían la normativa y si se debería haber cerrado la instalación cuando se desató el vendaval que acabó por volar el castillo hinchable.
De acuerdo con fuentes de la investigación consultadas por este periódico, los agentes del Grupo de Homicidios engargados del caso inicialmente no han hallado anomalías que pudieran acarrear consecuencias penales.
Con todo, la investigación continúa su curso y el atestado policial que debe remitirse al Juzgado de Instrucción número 4 de Mislata, en funciones de guardia la tarde del siniestro, todavía tardará en completarse, según las mismas fuentes.
Velocidad del viento y estado de los anclajes
Los investigadores consideran que este caso puede marcar un «antes y un después» en este tipo de atracciones. La normativa que regula el funcionamiento de los castillos hinchables establece que cuando el viento sopla a una velocidad superior a los 38 kilómetros por hora se ha de cerrar la instalación. Aquella tarde, conforme informó ABC , se registraron rachas de 72 y 57 kilómetros por hora en los dos observatorios de medición de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) más próximos a Mislata .
Los informes periciales encargados por la Policía Nacional tratan de determinar la velocidad exacta del viento en el recinto donde estaba instalada la feria de atracciones de Mislata a la hora que se voló la atracción. Los feriantes sostienen que se trató de una ráfaga repentina y que no hubo capacidad de reacción.
Respecto a los anclajes , un informe elaborado por el ingeniero encargado de validar la atracción no detectó desgastes ni rozaduras. El documento indica que el castillo hinchable contaba con suficientes anclajes y argollas situadas a un metro de distancia. La investigación de la Policía Nacional debe determinar ahora si estos elementos eran capaces de soportar una carga de 160 kilos.
La normativa indica que los castillos hinchables deben estar anclados al suelo o, como en este caso, a elementos fijos. La atracción de Mislata estaba atada a una farola, a un banco y a un árbol.
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