Guillem Bertomeu - Lletraferit
La tormenta perfecta
«Vox es el partido de moda mientras que Podemos ya empieza a sufrir los males de la vieja política»
Llevamos días de sesudos análisis sobre los resultados andaluces, pero quiero evidenciar varias anotaciones que pueden hacer distinto el traslado de tal posible escenario electoral en nuestra Comunitat.
Lo más evidente es que Andalucía vivía cerca de 40 años con un mismo bloque político. El PSOE andaluz tenía en la Administración autonómica su propio “cortijo” y un funcionariado sumiso al poder dominante, al no haber conocido otras siglas políticas al frente. Ahora este más que probable cambio de inquilinos en el Gobierno andaluz tiene de positivo la oxigenación de la propia Administración pública, eso es indudable, encabece quien encabece finalmente el Palacio de San Telmo .
La Comunitat Valenciana tiene un Gobierno progresista al frente esta última legislatura. Históricamente se ha dividido el Gobierno autonómico entre populares y socialistas en dos grandes etapas. Ahora han entrado nuevos actores, y contamos con un partido de estricta obediencia valenciana, como es Compromís , que incluso gobierna en el Cap i Casal. Esta última situación es un escenario que no se contempla en nuestros vecinos del sur, donde el Partido Andalucista lleva ya un par de legislaturas sin tocar poder autonómico.
Paradigmáticamente las tornas ideológicas populistas dominantes han cambiado. En 2015 era el bloque de izquierda, con la irrupción de Podemos , donde daban el vuelco en la mayoría de las administraciones sin ser las fuerzas más votadas y ahora se ha respondido con la misma medicina desde el bloque de derechas , con la notable irrupción de Vox, con el apoyo de 400.000.
Los populares celebran la caída del régimen socialista por excelencia, pero entiendo que es con la boca pequeña. Mientras que por un parte pueden volver a contar a con un barón autonómico, que falta le hacía, por otra han perdido el 50% de su apoyo en Andalucía desde 2012, donde consiguieron 50 diputados y un millón y medio de votos. Una sangría de 750.000 votos en 6 años . Los socialistas, por su parte, han perdido 400.000. Cifras de cansancio, hartazgo, pasotismo…..para reflexionar.
Los dos grandes partidos nacionales siguen con goteras en su propia fontanería . En la Comunitat Valenciana la implantación de los partidos populistas localmente todavía estar por desarrollar, pero los nichos de las grandes ciudades pueden rascar apoyos, sobre todo Valencia y Alicante ciudad y pueden desestabilizar la balanza. Vox es el partido de moda mientras que Podemos ya empieza a sufrir los males de la vieja política.