Tabarca, el dilema entre el turismo de masas y la paz de la isla habitada más pequeña de España
«No nos quejamos de que vengan, sino de que no hay infraestructuras», lamenta la presidenta de los vecinos
La isla poblada más pequeña de España refuerza su seguridad para una avalancha postpandemia de 300.000 turistas
Cómo se llega a Tabarca y qué secretos esconde la isla poblada más pequeña de España
El turismo de masas ha hecho mella también en Tabarca , la isla habitada más pequeña de España. En temporada baja sigue siendo un remanso de paz y un lugar idílico para desconectar , pero en verano, sobre todo los fines, los ríos de turistas llenan las calles y decenas de embarcaciones pelean por hacerse hueco y coger el mejor sitio. Los restaurantes se frotan las manos pero algunos vecinos contemplan con tristeza una realidad que ya parece imparable.
Carmen Martí , presidenta de la Asociación de Vecinos de Tabarca, no ve impedimento en la cada vez mayor popularidad de la isla, pero reclama «más infraestructuras». «Necesitamos aseos públicos , zonas de descanso para que los visitantes no tengan que refugiarse en los restaurantes... Es cierto que durante el día hay mucha gente en temporada alta, pero cuando se va el último barco, la isla queda tranquila porque solo hay 250 casas », explica.
Tabarca cuenta con 65 habitantes censados, si bien por estas fechas ya hay unos 600 y los negocios, la mayoría restaurantes, están funcionando a pleno rendimiento . «Lo que sí nos preocupa, e incluso habíamos pensado realizar una campaña de concienciación, es la basura que dejan algunos turistas. Queremos que vengan, pero no que dejen bolsas por ahí tiradas de cualquier manera porque luego las gaviotas y los gatos hacen de las suyas... Los servicios de limpieza son los que son y no puede quedar la isla llena de bolsas de basura cuando se va el último barco», insiste la presidenta de los vecinos.
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La gran reivindicación de los tabarquinos sigue siendo el transporte público , ya que el negocio desde los puertos de Santa Pola y Alicante sigue en manos de empresas privadas. «Se aprobó en las Cortes la creación de una transporte público desde Santa Pola con tres salidas al día, pero no hay manera, no lo sacan a licitación, no sé a qué esperan. Yo, por ejemplo, me he tenido que venir a cuidar a mis nietos pero ahora no tengo manera de volver a mi casa », lamenta Carmen Martí.
Avalancha de 300.000 turistas
Esta realidad cotidiana de tranquilidad, con apenas unas docenas de moradores estables todo el año en la isla, se transforma en estas fechas con la llegada de una avalancha de más de 300.000 turistas en verano.
La Guardia Civil despliega un dispositivo especial para poder garantizar la seguridad tanto de los residentes como de los visitantes que llegan en barcos a todas horas desde Santa Pola y Alicante , principalmente, aunque también hay servicios desde Benidorm y Torrevieja , aparte de el tránsito máritimo de los particulares que atracan sus veleros, lanchas o pequeños yates en las inmediaciones. De hecho, una de las vigilancias se centra en las fiestas a bordo de estas embarcaciones privadas, que se celebran con el aliciente de este entorno paradisíaco.
En estas vacaciones, además, está prevista la llegada de medio millar de personas por la disputa de la XXVI edición de la regata ‘Tabarca Vela Diputación de Alicante ’, del 7 al 10 de julio, un pico en la afluencia de turistas en temporada alta.