Fernando Llopis - EL ÚLTIMO LIBERAL
Soraya, Casado y el fuera de la ley
«Los compromisarios deberán estudiar bien su decisión, ya que hay rumores de que el que quede fuera de los acuerdos puede ser borrado del organigrama»
No piensen que alguno de los candidatos a la presidencia del Partido Popular es un fuera de la ley. El fuera de la ley es uno de los westerns dirigido e interpretado por Clint Eastwood, oscurecido por sus grandes películas posteriores, pero sin duda de una calidad notable. Eastwood interpreta a un pistolero a cuya cabeza se le ha puesto precio. En una de las escenas, un aspirante a cobrar la recompensa y la fama entra en la cantina donde se haya el pistolero Eastwood. Para tranquilidad de los que allí se encuentran, éste último parece convencerlo en un primer instante de que no tiene sentido enfrentarse a una muerte segura siendo tan joven y con tanto futuro.
Es posible que alguien le susurre algo así a Pablo Casado , sin duda alguna, uno de los grandes vencedores en esta primera vuelta de las primarias del Partido Popular, que ha deparado que se deba enfrentar a Soraya Sáenz de Santamaría en una segunda vuelta, donde esta vez votarán los compromisarios elegidos por los militantes.
En plenas hogueras de San Juan, un ex dirigente de los populares me auguraba el resultado de las primarias con acierto y aseguraba que, si se cumplía su predicción, se llegaría a un acuerdo entre Casado y Soraya que reforzaría finalmente el partido. Pero quizá su guion obvió el fenomenal e inesperado buen resultado de Casado, que lideró el recuento hasta los últimos instantes. El verse tan cerca de la presidencia, así como los inevitables cánticos de sirena de los candidatos perdedores, algunos enemigos de Soraya confesos, pueden hacerle pensar que su victoria en el congreso es sencilla ya que la aritmética parece clara. También es cierto, que los compromisarios no son los militantes y que en la ronda final puede ocurrir cualquier cosa. Pero ¿qué es mejor? ser segundo de Soraya y en función de tu destino poder lamentar no haber planteado el combate final o jugar la partida con incierto final de victoria o muerte, política obviamente.
Esta decisión sin duda puede arrastrar a sus valedores en toda España en general y por supuesto en la Comunidad Valenciana en particular donde Soraya se ha impuesto, aunque por menos margen del esperado. Algunos como el alcalde de Alicante, Luis Barcala , han mantenido cierto silencio esperando el final del recuento para llegar en auxilio del vencedor, mientras otros como el dirigente alicantino Pepe Císcar se ha visto reforzados con el resultado. Uno de los grandes perdedores puede ser el presidente de la Diputación alicantina, César Sánchez , que se volcó con la gran perdedora del envite, María Dolores de Cospedal. Las primeras noticias apuntan a que Cospedal va a poner sus huestes o compromisarios a la disposición de Casado, para que dado el escaso margen del que hablamos, éste pueda obtener la victoria final. Si así sucediera, algunos vencedores se podrían convertir en perdedores y viceversa.
El que parece derrotado sin paliativos es el ex ministro García Margallo , que con sus escaso votos obtenidos tendrá difícil hacer valer su peso en la futura dirección se lleguen a los acuerdos que se lleguen. Ha sido sorprendente que dada la inteligencia que tiene, haya optado por presentar una batalla con un seguro y predecible final.
La aritmética de las primarias (71% Soraya + Casado, 60% Casado + Cospedal) puede interpretarse de la forma que uno quiera, pero los compromisarios deberán estudiar bien su decisión, ya que hay rumores de que el que quede fuera de los acuerdos puede ser borrado del organigrama, ya que parece que la consigna es la de “Hoy no hay prisioneros”.
Los próximos días van a ser muy interesantes a nivel de conversaciones, presiones y negociaciones de alto y bajo nivel para llegar a un acuerdo previo en el congreso que dirimirá el presidente del partido o a una última gran batalla entre Soraya y Casado.
Por cierto, en la película del fuera de la ley, el caza recompensas novato no puede evitar el temor a la sombra de la duda futura y regresa para enfrentarse, con fatal desenlace para él, en duelo con el pistolero interpretado por Eastwood. Pero, ojo, las películas no dejan de ser ficciones.