Sobre la paridad

Me da que algún palo me va a caer por este artículo, pero no puedo plantearlo de otra manera. La paridad, esa que algunos partidos de izquierda exprimen hasta el límite en busca de minutos de televisión , me parece una chorrada en versión breve tal como se ha planteado. Me da igual si un monigote en un semáforo lleva falda o sombrero de cow boy, me preocupa que el semáforo funcione y regule el tráfico ¿Somos mejores como sociedad por cosas así? Evidentemento no.

La segunda y gran bobada de la semana en este tema, la han firmado Compromis y Podemos proponiendo el cambio de denominación del Congreso de los Diputados . Particularmente me importa poco si se denomina de los Diputados, de las Diputadas o Congreso a secas. El futuro de nuestras instituciones no pasa por un letrero, más allá de lo que diga. Pero lo que hace que me caiga de espaldas es escuchar algunos razonamientos para argumentar el cambio de nomenclatura. Rosana Pastor , diputada por Podemos es un ejemplo: "Es prioritario que desde donde emanan las leyes que nos rigen se empiece a utilizar un lenguaje inclusivo". No querida, lo que es prioritario es que sus señorías trabajen, se paguen sus gastos fuera de la actividad de la cámara, no jueguen al Candy Crush y asistan a todos los plenos. Con la que está cayendo y nuevas elecciones a la vuelta de la esquina, proponer un cambio de rótulo como gran medida de calado político, me parece grosero. Imagino que en esta vorágine paritaria lo siguiente que queda por reclamar es que los de los dos leone s que presiden la entrada al Congreso una de ellas sea leona, paridad máxima.

Yo soy periodista, nunca me he planteado por que no soy periodisto , como aquellos de mi mismo género que son analistas, economistas o funambulistas. Es así y ya está, no pasa nada y no va a pasar. Mi consejo para los/as abanderados de la paridad es que antes que letreros o semáforos se pongan a trabajar, de verdad, por que no se si saben que en la Comunidad y de media, una mujer necesita 116 días más de trabajo, para ganar lo mismo que un hombre, y eso no se arregla poniéndole falda a un semáforo, aunque en el informativo de mediodía la imagen quede hasta graciosa.