Salud
«Síndrome de los abuelos esclavos»: cómo la falta de conciliación familiar puede derivar en depresión
Los expertos advierten que se ha producido un incremento de los casos de estrés y ansiedad en personas mayores que cuidan de sus nietos
La incompatibilidad de horarios entre padres y madres provoca que la mayoría de ellos opten por delegar -en cierta manera- la crianza y educación de sus hijos en sus progenitores. Esta decisión está provocando que muchos abuelos y abuelas sufran el conocido como «Síndrome de los abuelos esclavos» , que genera una sobrecarga física y emocional, y causa desequilibrios graves y progresivos.
Tanto es así, que los psicólogos del Hospital Casa de Salud de València advierten que se ha producido un incremento de los casos de estrés y ansiedad en personas mayores que cuidan de sus nietos y que este problema puede, incluso, derivar en depresión.
Tony Crespo, psicólogo Forense de la Unidad de Psiquiatría de este centro, asegura que en los últimos años «los psicólogos nos estamos encontrando en nuestras consultas con numerosos casos de personas mayores que sufren estrés y ansiedad por agotamiento que pueden acabar derivando en una depresión».
Por un lado, existen efectos físicos a consecuencia de la ansiedad que les causan a los abuelos ciertas situaciones que no pueden controlar.
Estos efectos físicos pueden derivar en taquicardias, presión arterial alta, mareos, sofocos, respiración entrecortada, dolor crónico en articulaciones y espalda por los esfuerzos corporales, así como dificultad para conciliar el sueño por la noche derivado de un agotamiento físico.
Por otro, hay abuelos que se sienten desbordados emocionalmente a la hora de manejar situaciones estresantes como puede ser la crianza y la educación de sus nietos y, en estos casos, además, suelen sentirse culpables e inútiles , sentimientos que les provocan una inmensa tristeza y un abatimiento generalizado.
«Hay que tener en cuenta también- puntualiza Tony Crespo- que el sentimiento de compromiso de los abuelos hace que muchos de ellos se sientan responsables de seguir respaldando a sus hijos a través del apoyo incondicional a sus nietos, con la finalidad de seguir sintiéndose útiles a pesar de ser conscientes de que no mantienen las suficientes capacidades físicas y mentales para tal fin».
Según el experto, conocer y respetar los límites de los abuelos debe ser prioritario, ya que la vejez debería ser una etapa de liberación de cargas y un transcurso de la vida que generalmente va paralelo a la jubilación; tiempo de descanso, ocio y tranquilidad.
Sin embargo, si se consigue encontrar un equilibrio adecuado entre lo que los abuelos hacen y lo que realmente pueden hacer y se establece un vínculo «sano» entre abuelos y nietos, el estrés puede llegar a reducirse, lo que a su vez se traduce en una mejora de su salud física.
El doctor Crespo asegura que conforme los abuelos pasan más tiempo con sus nietos -siempre y cuando no lleguen a sentirse estresados- es más probable que reactiven sus actividades físicas y esto les ayude a mejorar su salud física generalizada, proporcionándoles una mejor calidad de vida y una «excusa» para alargarla.
Desde la Unidad de Psiquiatría del Hospital Casa de Salud insisten en que «como hijos, padres y en algún momento abuelos, deberíamos ser conscientes y considerados con nuestros mayores».
«La salud física y emocional de los abuelos debe primar sobre toda necesidad familiar o personal de los padres, porque los abuelos merecen tener un vejez digna con una calidad de vida acorde a su estado físico y mental», asegura el psicólogo.
