Sin anestesia

Hemos visto desgraciadamente en esta nuestra Comunidad, muchos casos de corrupción, quito lo de presunta. Mordidas, sobrecostes, comisiones ilegales, adjudicaciones a dedo , entramados de empresas fantasma para desviar pagos con fondos públicos, tenemos el surtido completo, en todos los colores y tallas. Lo hemos visto, leído y escuchado. Por eso, quizá lo ocurrido en el Hospital Clínico de Valencia, con la amenaza a una médico para que rechace una plaza a la que tiene derecho para adjudicarla “a dedo”, a más de uno, le podrá parecer un bote en mitad del océano, si lo comparamos con el trasatlántico de podrida corrupción en el que hemos vivido/vivimos. Pero no es así.

La grabación de la que en estos días nos hemos hecho eco todos los medios de comunicación es de los documentos más bochornosos que uno que ya va teniendo sus años, ha tenido la oportunidad de escuchar. No conozco en profundidad la ley en este aspecto, y me preocupa poco en el mejor de los sentidos lo que diga el código de ontológico médico. La “jefa” de servicio, esa que afirma en actitud chulesca y desafiante en la llamada “entérate de como hacemos las cosas aquí” o “ si aceptas la plaza emito un informe negativo y en un mes te echan ” no puede volver a pisar un hospital si no es de visita, más allá del procedimiento, lo dice el sentido común, lo dice la lógica. El problema es que la grabación que destapa el escándalo, no es un caso aislado, es la práctica habitual. Lo saben todos, médicos, enfermeros, camilleros, personal de administración y hasta el que rellena la máquina del café, pero hasta el martes, todos han callado, es lo que hay.

Termino con una reflexión, para el que quiera hacer un ejercicio de originalidad. Ponga su mente en blanco y hágase esta pregunta, ¿Que hubiera dicho usted si esa grabación en lugar de un médico, fuese de un político? Y ahora piense ¿Qué se habría escuchado si ese político fuera miembro del PP? Ustedes mismos!!