Música

L.A.: «Si ahora mismo me metiera en el estudio y grabara algo, ya no sonaría a "King Of Beasts"»

La banda de indie rock liderada por Luis Alberto Segura actúa el 13 de junio en un concierto en acústico en Casa Corona de Valencia

Imagen promocional del disco de L.A. en la que aparece el líder de la banda, Luis Alberto Segura Jm Ferrater
Ade Palomar

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Más de diez años de giras nacionales e internacionales, cientos de viajes a Estados Unidos y un montón de festivales a sus espaldas son algunas de las experiencias que acumula la banda mallorquina de indie rock L.A ., liderada por Luis Alberto Segura y con nuevo álbum desde abril de 2017. El grupo presentará «King Of Beasts» en un concierto en acústico el miércoles 13 de junio, en Casa Corona de Valencia (puedes conseguir las entradas aquí ), un disco que introduce nuevos sonidos electrónicos, se reinventa y consigue desmarcarse de todos sus precedentes, sin que L.A. pierda la esencia que le ha llevado a llenar salas allá adonde va.

La ventaja de hablar ahora, meses de publicar el nuevo disco, es que se puede valorar con perspectiva. Si habéis conseguido transmitir lo que se esparaba, si el tracklist (con 17 canciones) al final resulta largo o no…

De todos los discos que hemos hecho hasta ahora sacamos una valoración positiva. En esta ocasión el disco funcionó. Es un disco largo, que nos ha permitido jugar con varias de las canciones. No con todas, porque hay canciones que las escribo para que permanezcan en el disco para siempre, no para cantarlas en directo. Y otras lo son más, hechas expresamente para cantarlas en directo, y son más las que hemos estado tocando desde que salió el disco, tanto a nivel nacional como internacional. Son canciones que han funcionado del repertorio y las seguimos tocando, así que la valoración es buena, la gira ha sido positiva y este año seguimos con los ella.

Sobre «King Of Beasts» dice que podría ser su «carta de presentación», la que más bien le define. A los fans que se enamoraron de L.A. por discos como «Heavenly Hell» o «SLNT FLM», que son tan diferentes a este último, igual les impacta un poco esta afirmación. ¿Tan lejos está el L.A. de hoy al de Heavenly Hell? No sé si me explico...

Sí, perfectamente además. Y sí, yo creo que es normal. A lo mejor sería un error perseguir construir otro «Heavenly Hell» después de diez años. Claro que es normal que mi cabeza piense diferente ahora a como pensaba en el 2007, cuando escribí ese disco. Hay una maduración y un crecimiento como persona, como individuo, como compositor, como vivencias, como escritor y como músico... todo ha cambiado. Para mejor o para peor, pero es normal que suene diferente. Aun siendo el mismo estudio, con el mismo productor y todo igual. Como trabajamos en «Heavenly Hell» hemos trabajado en este disco. Para mí cierra casi casi un círculo. Cierra un ciclo que se inició en el 2008 cuando lo sacamos. Sí que puede dar un poco de nostalgia, de que recuerda un poco, pero no es «HH». Pero yo creo que tiene su lado bueno, el que no te suene a eso, después hay tres discos más. Así que bueno, siempre va a estar ahí para escucharlo, es como Pearl Jam con «Ten», o el «Neverminds» de Nirvana, que siempre permanecerán, siempre hay un disco favorito de un artista, e intentar imitarlo es un error, bajo mi punto de vista.

Luis Alberto Segura ABC

¿L.A. hoy es entonces este último disco?

No te creas. Es más cosas. Pero incluso te diría que ya no es ese disco. Ya no es «King Of Beasts». O sea la maquinaria va tan rápido y cambia todo tan rápido que de ese disco me quedo con unas canciones, que son las que voy a hacer este año en la gira, pero ahora mismo si hiciera algo, si me metiera en el estudio, ya no sonaría a eso. Sonaría a otra cosa diferente.

También ha dicho en alguna ocasión que KOB está pensado «a lo grande», para ser cantado en festivales o grandes espacios. Supongo que hay matices, ¿no? Porque este miércoles lo escucharemos en acústico...

Sí, el disco lo hice pensando en la gira de verano de festivales, en escenarios grandes, en cinco músicos y en muchos elementos encima del escenario. Pero está claro que tal como escribo yo las canciones, que son guitarra y voz, acústica y yo, puedo llevar eso a un concierto íntimo, un acústico yo solo. Mientras la canción se aguante guitarra y voz, como la hago... a partir de ahí, de esto a conciertos de verano de festivales grandes (que son delante de diez o veinte mil personas) ya hay todo un abanico de posibilidades, donde podemos experimentar y hacer todo lo que queremos.

¿Y se disfruta igual?

Por supuesto. Incluso yo, lo disfruto tanto en un escenario grande como en una sala pequeña, en una librería o una cafetería. A mí lo que me gusta es tocar y cantar; y te diría que ahora lo que me gusta es cantar, más que otra cosa. Y que cantar puedes cantar en el baño sentado en la taza del váter, así que de ahí a un escenario gigante, imagina lo que se puede hacer.

Tengo la sensación de que discos anteriores «toca» un poco más de cerca a L.A.; como si fueran más personales o profundos. Pero igual me equivoco…

Cada uno hace una libre interpretación del disco. Obviamente cuando escribo el disco no me paro a pensar qué va a pensar el que lo escuche. Lo que hago es hacer lo que me apetece, como me apetece, con la producción que me apetece. Esa la magia, que después cada uno, dependiendo del momento en el que escucha la canción, o dependiendo de la perspectiva en la que la escucha, le puede hacer pensar cosas tan dispares a su vecino que eso es lo que me excita a mí de la música y de la música grabada. Que la escuchas en tu casa, después de un examen, o porque has discutido con tu familia o con tu pareja y no te suena igual que si la estás escuchando de puta madre por una carretera sin destino. Ahí es cuando la gente ya te libera la cabeza para descubrir más a la banda o para pensar que yo te estoy contando algo solo a ti o para pensar que «vaya paja mental te estás montando con esta letra». Ahí reside un poco eso. Lo que te pasa a ti con este, le puede pasar a otra persona con otro.

Este disco tiene toques de electrónica, una novedad que L.A. cómo ha sido descubrirla ahora y adentraros en ella.

Nunca lo habíamos hecho antes, no. Esto fue porque en el momento en el que estábamos haciéndolo me apetecía así. De repente descubrí a artistas nuevos y me interesé por ellos. y me apetecía probarlo en mi música. Pero si hoy entrara en el estudio no sería así. Hoy. Pero mañana a lo mejor sí (ríe). Es que todo depende. Del punto en el que estés en ese momento. Y en el que me pilló en ese momento de grabación. Y ahí me apetecía experimentar con eso, cosa que no sé si volveré a hacer.

Parece que viven una buena época los DJ's, todos los festivales tienen ahora música electrónica.

Es el momento. Es lo que la gente quiere escuchar, hay muchos artistas, son todo bases programadas... depende del momento. Pero es una cosa cíclica, ahora toca esto pero igual dentro de un año estamos en otra película. Quién sabe.

A muchos grupos indie que cantan en inglés les pasa que triunfan más fuera de España que aquí. A L.A., que ha ido a festivales internacionales y de gira por Europa, por México, una gira con Band of Horses… ¿le pasa?

La verdad es que nuestro territorio clave sigue siendo España. Por mucho que viajemos, en cierto modo, «quien mucho abarca poco aprieta». Nosotros hemos querido ir a muchos sitios en un espacio de tiempo relativamente corto. Hemos querido hacer México, Latinoamérica, Europa, EE.UU. ... es complejo. Y cuando no existe «hype», todo es lucha y es inversión. En nuestro caso, ha sido invertir fuera, una lucha de ir focalizando en un territorio e ir a probar ahí. Pero ahora mismo lo que tenemos en España no lo tenemos en ningún sitio.

Empezó como batería en un grupo... ¿Qué le llevó a ponerse delante del escenario para cantar?

Yo tuve muchos años mi proyecto, porque comencé tocando la batería, y sigo teniendo esa espinita clavada de volver a tocarla. Pero es el querer hacer más, el querer cantar. Porque yo canté siete años en el grupo mientras tocaba la batería. ¡Era el cantante siendo el batería! Todo eran acoples... era inviable. Hasta que dije, «yo quiero cantar». Y eso implica plantarse delante del escenario y coger una guitarra. O no cogerla. Pero di el paso y me funcionó.

Ha dicho alguna vez que las letras no son lo suyo.

Poco a poco más. Me voy encontrando poco a poco más. Pero sí, durante mucho tiempo ha sido muy difícil, yo estoy muy metido en la melodía de la canción, porque ponerle letra me costaba mucho (porque hacer «guachuguey» como que no -comenta entre risas-), y encontrarle un sentido, darle un sentido a todo me costaba mucho, era muy complicado. Pero después de tantos viajes a EE. UU., de familiarizarme más con el idioma, al final me fui soltando. Pero no es la facilidad con la que podría escribir en castellano, pero decidí cantar en inglés y ahí está la cosa.

La inspiración, ¿viene de esos viajes a EE.UU.?

El cambio a mejorar sí, por supuesto. El ir y venir a EE.UU, a los Ángeles concretamente, el estar 24 horas hablando en inglés, pensando en inglés, sufrirlo. Todo el día con los colegas… quieras o no, curte. Y ver mucho cine en inglés y vivir casi casi como angloparlante sí que ayuda, pero la motivación es desde pequeñito. Siempre he escuchado música anglosajona, a los Beatles, mucha música americana e inglesa. De ahí viene un poco todo.

Supongo que a lo largo de su vida ha habido una maduración personal paralela a la de artista. ¿Grabar discos y salir de gira se lleva igual ahora que en 2004?

Ha habido muchos cambios. Digamos que el barro real de gira lo comí antes. De más jovencito. Con otros grupos en los que he tocado la batería. Ahí dormía en el suelo, cuando empezamos con «Heavenly Hell» empezamos bien. Duro, con pocos lujos. Y ahora hemos prevalecido el dormir bien, en buenos hoteles, comer bien, tener una serie de facilidades como llevara a más gente en los equipos de gira muchas veces llegamos a un sitio directamente para tocar. Ni hemos probado sonidos ni nada. Llegamos al escenario, tocamos y nos vamos a casa. Mejoras que te planteas cuando empieza a haber mejor presupuesto y cuando prevalece el bienestar de la banda y por supuesto que ya no somos chavales de 18 años. Yo cumplo 40 este verano; intento cuidar mi bienestar y no llegar a casa molido porque después tengo tres ladies (su mujer y sus dos hijas) que me esperan para estar en condiciones. Así que bueno, sí que hay muchas mejoras, las giras se hacen mucho mejor.

También imagino que se hará más duro salir de casa para irse de gira, ¿no?

Sí bueno, pero también va bien. Salir, coger aire, vuelves a casa con las pilas cargadas. Todo esto es beneficioso. Y si me voy un mes es una putada, pero salir los fines de semana o una semana, vuelves a casa con las pilas cargadas y con energía. Y en esas estamos ahora para este verano, todo este año de gira hasta diciembre.

L.A.: «Si ahora mismo me metiera en el estudio y grabara algo, ya no sonaría a "King Of Beasts"»

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