Tribunales

Sesderma se querella contra exempleados por el «robo» de fórmulas y datos sensibles de la compañía

La empresa denuncia en un Juzgado de Valencia que los antiguos trabajadores se concertaron para sustraer listados y cifras de negocio

Imagen de una de las instalaciones de Sesderma ABC

ABC

La compañía de dermocosmética Sesderma ha presentado una querella en el Juzgado número 10 de Valencia «tras detectar el robo de productos, formulaciones, listados de clientes y de proveedores, cifras de negocio, precios de fabricación, descripciones de producto y cálculos de rentabilidad por parte de empleados de la compañía».

Además, de acuerdo con fuentes de la empresa consultadas por ABC, la acción se extiende a determinadas sociedades que han distribuido productos con “ vulneración de los derechos de propiedad industrial , así como el lugar donde se han obtenido muestras de dichos productos fabricados y distribuidos con infracción de la patente”, según recoge la querella.

El grupo empresarial expone en el texto presentado que «las empresas Derex, Parabiotica, Dermogalenics y Naturalia, a través de Gelestica, distribuyen y comercializan productos idénticos y con la mima formulación que los protegidos por patentes internacionales (EEUU) y fabricados, comercializados y distribuidos internacionalmente por las mercantiles querellantes pertenecientes al grupo Sesderma, así como otros productos con fórmulas (…) no protegidos».

Según fuentes de la empresa valenciana, «los dos directivos de la compañía conocedores de dichas patentes eran J. V. M. y J. L. G. P. que, además, captaron a otros trabajadores del laboratorio para constituir una empresa alternativa haciéndoles creer que era una empresa “low cost” dependiente de Sesderma».

De hecho, según recoge la querella, «el primero aparece como miembro del Consejo de Administración de Geslestica, la sociedad designada como administradora de la mercantil Derex y de otras dos empresas del grupo, competidor directo de Sesderma ». Es decir, que “apenas transcurridos ocho meses desde su salida de Sesderma se incorpora al Consejo de administración de Gelestica”.

Con respecto a J. L. G. P., «su contrato también le obligaba a una necesaria reserva con respecto a actividades de la empresa. Tras su salida de la compañía valenciana pasa al grupo Derex siendo director general de Parabotica, empresa que se encarga de la distribución y comercialización de los productos fabricados por Derex además de consejero de Gelestica y presidente de la misma».

Según denuncia la empresa valenciana. «ambos directivos tuvieron contactos mientras trabajaban en Sesderma con ejecutivos el grupo Derex, que les llevó a facilitar información sobre los productos patentados por Sesderma , así como otra información que parece que les han suministrado, desconociendo qué secretos empresariales (…) han sido transmitidos a Derex o a cualquiera de sus empresas».

La fuga de este volumen de información «se acompaña de la apropiación de listados de clientes, con los que se llegó a contactar y de la captación de trabajadores claves en departamentos esenciales del laboratorio como son Fabricación, Innovación, Logística, Marketing y Ventas, como la que fuera responsable de I+D, A. T., el responsable de SAP, O. A., o el ex master dat manager, J. G.».

En total, unas veinte personas incluyendo directores de filiales del grupo fuera de España, indican las mismas fuentes, quienes advierten que «los directivos, según la Ley, tienen la obligación de guardar secreto de información confidencial mientras el secreto esté en condiciones de aportar un valor económico, y éstos trabajaban para la compañía en el momento en el que se produjeron los hechos». Es decir, «no se había extinguido su relación laboral». Éstos, sostiene Sesderma, «abandonaron la compañía para desarrollar nuevos proyectos profesionales en el mismo sector de la dermocosmética».

En este sentido, fuentes jurídicas advierten de que la difusión, revelación o cesión de secretos de empresa está recogida como delito en el Código Penal , que castiga con prisión y multa de 12 a 24 meses estos hechos. «La estipulación cuarta del contrato e alta dirección establece, entre sus obligaciones (…) mantener una necesaria reserva con respecto a las actividades de la empresa, evitando divulgar datos cuya difusión incontrolada pudiera ocasionar perjuicios a la entidad», según se subraya en el texto de la querella .

Además de los dos directivos y las sociedades mencionadas, en la querella se incluye a I. V. H. S. y M. Á. G. M., «altos ejecutivos de las empresas competencia de Sesderma».

La compañía valenciana ha constatado también que se han utilizado claves del programa SAP durante más de un año cuya difusión «podría constituir un delito de apropiación indebida, castigado con hasta cuatro años de cárcel y fuertes sanciones económicas». Las mismas fuentes aluden a la doctrina del Tribunal Supremo que considera que los listados de las empresas deben considerarse secretos de empresa ya que son valor fundamental para conservar y afianzar un mercado frente a otros competidores que pudiesen valerse de esos listados para ofrecer servicios a otros clientes.

«El Alto Tribunal sentencia que las empresas tienen unos conocimientos que se derivan de esos listados que guardan en sus ordenadores y que quieren mantener al margen de la competencia. Asimismo, una directiva de la Comisión Europea de 2016 sobre secretos comerciales regula la información desconocida para las personas que pertenezcan a círculos relevantes en el ámbito del que se trate, con un valor comercial adquirido por ser precisamente confidencial. En el caso de que la información sea revelada, la normativa fija las acciones que puede ejercer el poseedor del secreto empresarial», recuerdan.

De acuerdo con fuentes de Sesderma, los hechos denunciados se produjeron e n pleno proceso de internacionalización de la compañía , presente en más de 80 países, y «con una constante inversión en I+D+i, que le ha permitido ser líder de su sector y el que más ventas ha tenido en el mercado chino, un sector con una enorme competencia donde Sesderma ha disparado su facturación pasando de 33 a 80 millones de euros».

«Un jarro de agua fría»

Por ello, según sostienen, «el descubrimiento ha caído como un jarro de agua fría en la empresa, que se ha caracterizado por impulsar y mantener un cultura basada en la ética y las buenas prácticas, desde que el presidente de Sesderma, el doctor Gabriel Serrano , la fundó hace 30 años».

Las personas «son el centro de las políticas del grupo, que promueve constantemente el reconocimiento y el talento». «Aún estamos consternados por estos hechos. Nunca hubiérmos imaginado que unos directivos de nuestra empresa cometiesen actos ilícitos por un interés de enriquecimiento rápido . Son actitudes reprobables que además van en contra de la cultura de nuestra compañía, donde la honestidad, la lealtad, el agradecimiento, el respeto y la confiabilidad son valores que promovemos y practicamos», según afirman desde el laboratorio.

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