José Font - CUADERNOS DE NAPOLEÓN

Señalar está feo

«¿Qué les sucederá a los que no quieran colaborar?»

Imagen de unas camisetas de las «Trobades» ABC

Aprendí más valores democráticos y de respeto en mi colegio público con coletazos tardofranquistas, en los últimos años de la fantástica década de los 80, que en el instituto que ya se había convertido en pleno final de siglo XX en un cuartel general del catalanismo .

En la E.G.B. se potenciaba en mi escuela el respeto a los demás. Los que escogían Ética en vez de Religión, compartían pupitre y hora de clase conjuntamente en un ambiente normal y de compañerismo absoluto. A los que venían de más allá de nuestras fronteras, de inmediato todos nos disponíamos a integrarlos. Planteamientos lógicos en los niños. Por desgracia no ocurrió lo mismo en el bachillerato y fui testigo de muchas humillaciones a residentes extranjeros por parte del profesorado integrista y algún que otro alumno ultra, porque una chica inglesa o un chaval alemán, no entendían el valenciano. Caro nos costó a muchos denunciar esta injusticia . Pero valió la pena. Por ello cuando vuelvo a leer noticias como la publicada en ABC Comunidad Valenciana sobre la singular recolecta de una asociación catalanista, señalando con nombre y apellidos, a quién colabore económicamente y a quien no, en la Trobada de Escoles en Valencià, me indigno y vuelvo a denunciar.

¿Se imaginan al Partido Popular, o a la Iglesia Católica, lanzando campañas dentro de los colegios, repartiendo sobres con nombre y apellidos? inaudito ¿verdad? Entonces ¿por qué no movemos ni un dedeo para detener a estos fanáticos que empiezan a señalar como en el Nazismo, a los niños? ¿Qué les sucederá a los que no quieran colaborar? Son niños, ¡niños! cuyos familiares por el motivo que sea, no quieren participar en esta treta pancatalanista y bastante cutre como la entidad que la promociona , pues seamos realistas, nunca han sido muy leídos estos catalanistas: Hegel, Ortega, Voltaire… están bastante lejos para ellos, lo sé muy bien.

No es nuevo este modus operandi, bien sabemos el daño que se ha hecho a la juventud , con esta alienación ideológica tanto en las ikastolas en Vascongadas, como en la enseñanza pública y privada de Cataluña. El adoctrinamiento político de los niños en las escuelas valencianas y en todas las del mundo, deber ser rechazado tanto por la izquierda como por la derecha, denunciado por los padres, por la sociedad y por las instituciones que supuestamente nos protegen. Si ya nuestro sistema educativo deja mucho que desear, no añadamos componentes perniciosos a nuestros niños, pues estaremos creando una generación de verdaderos inútiles a imagen y semejanza de estos promotores extremistas de la discordia.

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