Salvajes y sentimentales

Esta semana he decidido que pasara el 9 d'Octubre para escribir esta columna en nuestro diario de cabecera, ABC Comunidad Valenciana . De un tiempo a esta parte decido pasar la festividad de todos los valencianos como la inmensa mayoría de nuestros vecinos, disfrutando de nuestros parques, pueblos, playas y de nuestro microclima, siempre aderezado por nuestra gastronomía mediterránea. Ser valenciano y valencianista lo entiendo como vivir y trabajar para sacar adelante nuestra tierra durante todos los días del año, y qué mejor que celebrarlo con los tuyos más próximos.

Lejos quedan aquellos años de patriotismo activo, de creer arreglar el mundo un par de fechas señaladas en el calendario desde la calle. A día de hoy la festividad, que se debería de entender de todos, se ha convertido en minutos de gloria callejeras de minorías, que escondidas bajo el manto de o bien procesión cívica o bien de “lucha contra el fascismo” o “contra la invasión catalana” unidos a banderas y mensajes rancios de tiempos pasados engrisecen el protagonismo de un pueblo que debe caminar hacia el progreso y la normalidad. Un 9 d'Octubre blindado policialmente no se puede entender en pleno siglo XXI.

He titulado esta columna parafraseando el título del libro de Javier Marías , publicado en el año 2000, “Salvajes y sentimentales”. Marías, a través de sus páginas, hace un repaso a la supuesta incompatibilidad de la literatura y el fútbol. Sentimentales lo quiero traducir como aquellos salvapatrias que viven siempre en un estado de enfado y tensión permanente, viendo fantasmas e invasiones externas al más puro estilo cuarto milenio y más cuando encuesta tras encuesta el sentimiento identitario propio de los valencianos es de los menos nacionalistas de toda España.

Salvajes son los valientes de postín que sacan a pasear sus enseñas marginales y ultras escondidos en una cuidada estética ultra, o ahora mejor dicho casual, que es lo que se lleva ahora en los ambientes. Y si hay mucha policía pues cubriéndose el rostro como si fuera un superhéroe de Marvel, donde su festividad del 9 d´Octubre es la de buscar la bronca gratuita en nombre y en honor de todos los valencianos, que para nada nos sentimos representados por estos elementos. Léase estos salvajes y sentimentales para los dos extremos políticos de nuestra sociedad. Ya se dicen que los extremos se tocan, y siempre suelen ser por estos lares.

Vivimos tiempos marcados por la demoscopia política y hay que aprovechar estas fechas de calle. Semana tras semana tenemos diferentes encuestas donde se intenta desmenuzar el sentir general de la sociedad española y valenciana . Las encuestas son como la noche electoral, nunca llueve a gusto de todos pero siempre hay alguien a quien echarle la culpa. Aquí menos hacer análisis de conciencia vale de todo. Se notan nervios políticos preelectorales. Muchos se juegan el pan de cada día.