Perfil

Rubén Moreno: la vacuna del PP contra la suspicacia

El experimentado técnico en Sanidad ha sido uno de los pocos altos cargos valencianos que se ha mantenido en el Gobierno central

El perfil alejado de cuitas internas trata de evitar que su elección levante amplollas entre los diferentes sectores

Cuenta con la confianza de Génova y mantiene buena sintonía con Isabel Bonig

El nuevo presidente de la gestora del PP en la pronvincia de Valencia, Rubén Moreno EFE
Rosana B. Crespo

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El que será en pocos días nombrado de forma oficial presidente de la gestora del PP en la provincia de Valencia , Rubén Moreno (Castellón, 1958), ha ocupado numerosos cargos en la Administración tanto a nivel autonómico como nacional. Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valencia, ha trabajado como investigador en varias instituciones académicas, entre ellas la Universidad de Kansas (Estados Unidos).

A su vuelta, inició su carrera política en 1995 con el primer Gobierno del PP en la Comunidad presidido por Eduardo Zaplana . En el 97 fue nombrado subsecretario de Sanidad a las órdenes del por entonces conseller Joaquín Farnós. En los años siguientes, su departamento trabajó en la puesta en marcha de conocido como modelo Alzira de gestión privada de hospitales públicos que ahora revertirá el actual Consell.

Posteriormente, se marchó al Ministerio de Sanidad de la mano de Celia Villalobos , donde ocupó durante dos años la Secretaría General de Cooperación Sanitaria, además de presidir el Instituto Nacional de la Salud (Insalud) con el Gobierno de Aznar. También fue miembro del Comité Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De 2005 a 2011 fue director general del Centro de Investigación Príncipe Felipe , una gestión que le granjeó críticas ante el polémico ERE que dejó en la calle a más de 100 científicos. Durante esta legislatura incluso llegó a sonar como conseller de Sanidad.

En 2011 entró de diputado por Valencia en el Congreso y en 2013 sustituyó Manuel Cervera como portavoz de Sanidad cuando éste renunció a su escaño. Un puesto desde el cual tuvo un papel muy activo durante la crisis del ébola. Ya en 2014, fue nombrado secretario general de Sanidad, convirtiéndose en mano derecha del ministro Alfonso Alonso .

«Sustos» en los tribunales

Durante esta dilatada trayectoria, Moreno ha tenido un par de «sustos» judiciales. Su estrecha relación con el expresidente de la diputación de Castellón Carlos Fabra provocó que su nombre apareciera en el caso que investigaba varios delitos contra la administración pública y fraude fiscal. Fue llamado a declarar como imputado en 2006 debido a las sospechas de que podría haber realizado gestiones para facilitar la aprobación de fitosanitarios, pero nunca se le abrió juicio oral.

Su paso por el Centro de Investigación Prícipe Felipe también le llevó a los tribunales. Un juzgado le condenó en 2012 a indemnizar a un investigador por «mobbing» , tras no querer el científico renunciar a unos derechos de propiedad intelectual e industrial que tenía suscritos. Sin embargo, y tras la interposición de un recurso, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) revocó la sentencia .

Enlaces con Madrid

Aunque sus relaciones políticas fueron próximas a «los Fabra» (también con Alberto ), su salto a Madrid le situó cerca de los Gobiernos del PP. Cuando fue nombrado secretario general de Sanidad, se convirtió, junto con la única secretaria de Estado valenciana de la pasada legislatura, Susana Camarero -destituida en 2016-, en uno de los dos altos cargos valencianos en el Ejecutivo central.

Precisamente ésta es una de las razones que llevan a que su nombre salga a la palestra como presidente de la gestora. Sus vínculos en Madrid y su cercanía tanto a los ministros como a los diputados del Congreso durante tantos años supone que sea una persona de confianza para Génova en una situación complicada. Pero también lo es para la presidenta del PPCV, Isabel Bonig .

Fuentes del partido aseguran que fue ella quien llevó la propuesta al coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo, durante la reunión que mantuvieron la semana pasada como perfil que generaría pocas suspicacias en los diferentes sectores de la formación en Valencia.

Aunque Moreno ha permanecido ajeno a la «guerra» que se vivía en la provincia y a otras cuitas internas, sí ha mantenido una constante interlocución con Bonig durante los últimos meses para coordinar acciones con el objetivo de que la agenda valenciana tuviera presencia a nivel nacional. Especialmente las referidas a materia educativa, como el decreto de plurilingüismo. Desde el entorno de la líder del PPCV aseguran que existe muy buena sintonía entre ellos y que se ha mostrado como un «apoyo» para Bonig.

En declaraciones a ABC, Moreno explicó ayer que aterriza en Valencia « sin intención de sustituir a nadie ni presentarse a nada», tratando de dejar claro que su función únicamente es temporal . «No vengo a mediar ni a pacificar a los candidatos, sólo a propiciar una situación de normalidad hasta que se convoque el congreso», añade.

Durante este fin de semana montará su equipo, que será de cinco personas en total contando con él. Admite que tendrá que apoyarse en compañeros que conozcan mucho más el terreno.

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