Sucesos
Roba un taxi tras emborracharse, esquiva un control de la Guardia Civil y se estrella contra una señal en la A-3
El detenido, un joven de nacionalidad española, triplicaba la tasa de alcoholemia permitida
Conduciendo por la A-3 bajo la influencia del alcohol, en un taxi robado e intentando esquivar a la Guardia Civil. La «aventura» de este joven de 27 años y nacionalidad española terminó abruptamente cuando, tras saltarse un control del Instituto Armado, perdió el control del vehículo y se estrelló contra una señal . La Guardia Civil lo ha detenido por resistencia a agentes de la autoridad, conducción temeraria, hurto de uso de vehículo a motor y contra la seguridad vial por conducir bajo la influencia de alcohol y drogas.
La cascada de presuntos delitos se sucedió a las 7.35 horas de la mañana del domingo, en el kilómetro 351 de la A-3 en sentido Madrid. Fuerzas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Valencia, que se encontraban prestando servicio preventivo de verificación de alcohol y drogas, detectaron un taxi que circulaba a gran velocidad por los carriles excluidos a la circulación por la ordenación de conos derivada del control.
Al darle el alto reglamentario, el conductor del vehículo desobedeció las ordenes y pasó de largo a gran velocidad, poniendo en riesgo la integridad de los guardias civiles que se encontraban en el punto del control. Para detenerlo hubo que activar el sistema de barreamiento que vació de aire de los neumáticos delanteros, pese a lo cual el conductor continuó la marcha. Para tratar de escapar, abandonó bruscamente la A-3 por la salida de Xirivella, hasta que colisionó contra los elementos de señalización (hitos de vértice y balizas cilíndricas).
Ya por la vía de servicio, el ahora detenido trató de continuar la marcha en sentido Madrid. La Guardia Civil inició una persecución que terminó apenas 500 metros después, en el punto kilométrico 350,6 donde, tras perder el control, quedó fuera de la calzada. En ese instante su conductor intentó emprender la huida a pie , pero componentes de la patrulla de la Guardia Civil consiguieron detenerlo.
Una vez detenido, se sometió al conductor a la prueba de alcoholemia, que arrojo un resultado tres veces superior al permitido, así como positivo en drogas . Además se comprobó que no era el propietario del taxi en el que circulaba. Por ello, al joven se le imputan, además de los delitos de resistencia a agentes de la autoridad y conducción temeraria, los de hurto de uso de vehículo a motor y contra la seguridad vial, por conducir bajo la influencia de alcohol y drogas. Las diligencias han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Quart de Poblet.