Ribó I de Tarraco

El Alcalde de Valencia, Ribó I de Tarraco, vuelve tras cinco días ausente . No obstante va a cogerse más vacaciones este fin de semana, decidiendo así, no asistir a los actos de homenaje a la patrona de todos los valencianos. Por lo visto al Sr. Ribó no le van nada las tradiciones de nuestra tierra pero sí las de otros países más lejanos como los árabes. También se niega a colocar la cruz de mayo, pero recibe a tres espantapájaros como reyes magas y cuelga pancartas, un día sí y el otro también, en el balcón consistorial.

Los ciudadanos no exigimos a nuestros gobernantes, a quienes nos administran y nos representan, que sean meapilas, ni beatos, ni queremos que se den golpes en el pecho con una mano y con la otra cobren comisiones. Pedimos que estén a la altura de esta maravillosa región. ¿Cabe mayor honor para un valenciano que ser alcalde de esta insigne ciudad? ¿Tanto cuesta aparcar esa mente perversa de revanchismo y mala leche y asistir a los actos de la Virgen de los Desamparados ? Tómelo Sr. Ribó como una fiesta tradicional si quiere, no le deseamos que rece el Santo Rosario cada noche, ni en privado ni en público. No se confunda.

Le faltan, señor Alcalde, dos cosas fundamentales para ser un regidor de todos: usted carece de admiración y de respeto . Admiración por la tierra en la que vive, acogedora, generosa, y respeto por nuestras tradiciones, tesoro acrisolado que ha pasado de generación en generación.

Esta semana también contestaba el Cabildo al concejal de fiestas, después de una reunión para dejarle claro al representante del ayuntamiento, que no habría ninguna modificación en la procesión del Corpus . Pues es sabido que el gobierno municipal aconsejaba con una maniobra burda propia de mediocres, que el Ejército no asistiera a la procesión del Santísimo Sacramento, evitando así rendir los honores militares –piquete, 21 salvas e Himno Nacional- a Jesús Sacramentado en la monumental Custodia a la salida y entrada en la Catedral.

Los grandes líderes sabios, hacían suyas las tradiciones de los pueblos que regían, sobre todo cuando no habían nacido en ella. Pero claro hablo de jefes inteligentes, preclaros, amables y con vocación de servicio. ¡Ribó I de Tarraco! usted y sus ediles, se equivocan una vez más. Sólo los dictadores y sectarios gobiernan contra su gente. La mayoría… esa mayoría otra vez atacada y vejada por el Excmo. Ayuntamiento de Valencia ¿Hasta cuándo?

El socialismo sigue siendo el cómplice nefasto de esta nueva afrenta a los valencianos. Mal acabará quien siga legislando contra Valencia, contra su esencia, contra su sentimiento y contra su fe. Muchos frentes abiertos señor Alcalde, parece que como su colega en Madrid, se ha cansado de ser el primer concejal y echa de menos la pancarta, de lo contrario no entendemos esta ristra de desatinos. En fin, tres años, tres y todo volverá a su cauce natural, el del Turia por supuesto.