José Font - Cuadernos de Napoleón
Reyes y tiranos
«Se quiere borrar en Valencia el nombre del Rey Juan Carlos I, el monarca que recogió el testigo de España para moldearlo y convertirlo en una democracia moderna»
Noche de Reyes … ¡Cuánta magia para los niños y para los no tan niños! Pero los tiranos de nuestro siglo, los acomplejados y malvados detractores de la tradición, se empeñan en dejar huella en la historia con sus cabalgatas de brujas republicanas y drag queens. Sí, quieren dejar huella de su obra, pero lean bien, la historia es la historia, y dejar la impronta no es propio de mentecatos que causan molestias a los ciudadanos. Anécdotas pasajeras que duran lo que dura una legislatura, paciencia. Se quiere borrar en Valencia el nombre del anterior jefe del estado, el Rey Juan Carlos I , el monarca que recogió el testigo de España para moldearlo y convertirlo en una democracia moderna. El alcalde Ribó va a destinar más de 94.000 euros en cambiar señalizaciones de metro , 3.000 cartelitos nuevos…
No quiero ser demagogo y preguntar a qué ONG le vendría bien ese dinero u obra social, conozco unas cuantas, por no hablar de las que se han quedado sin las subvenciones por parte de la Generalitat de Puig y Oltra: Cáritas y Cruz Roja. Sabemos ya las prioridades de estos politicuchos. La obsesión enfermiza de nuestro primer edil, el de Tarragona y sus secuaces socialistas, es tan grande como lo es el abismo que separa su brillantez e inteligencia de la del común de los mortales. A nosotros no nos hará falta crear una Tabarnia dentro de la Comunidad Valenciana, el hartazgo hará que en un año, Ribó, Oltra y Puig sean un mal sueño en el acontecer democrático del pueblo valenciano dentro del Régimen de 1978.
Noche de Reyes esta, la misma en la que Juan Carlos I cumple 80 años, habiendo reinado 39 en nuestro país. Es y será siempre el soberano que normalizó nuestra patria. Ni Ribó, ni Puig, ni ninguno de sus socios podrán aniquilar la memoria del rey estadista. Han querido emular a los romanos con su condena de la memoria, Damnatio memoriae, pero no tienen la categoría de enemigo, ni el rango de líder para poder hacerlo eficazmente. La historia ignora a los mediocres no a los grandes .
¡Viva el Rey y su augusto padre también!
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