Fernando Llopis - El último liberal

El reparto de Pedro y Pablo

«A pesar de todo lo que habían dicho, populares y socialistas siguen haciendo lo mismo»

Imagen de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias tomada en el palacio de La Moncloa ABC

En un país muy, muy lejano. Despacho del presidente de Gobierno.

Unos golpes suenan en la puerta, el presidente con cara de enfado deja el mando de la consola encima de la mesa y murmura "¿Quién será el que viene a molestarme?, ahora que ya estaba cogiendo el tranquillo al simulador del Falcón".

Aparece un señor impecablemente vestido.

-Sr. presidente, Pablo quiere hablar con usted.

-Pero ¿qué querrá ahora? ¡Si le he puesto más seguridad en su chalet que la que hay en el Banco de España!

-No es ese Pablo, es el otro Pablo, viene a hablar del reparto.

-Perfecto, dígale que pase.

Aparece el líder del partido mayoritario de la oposición.

-Hombre Pablo, ¿qué tal todo?, imagino que estarás contento, te han dejado como un máster (je je) del universo. Ya estás sólo en la cúpula del poder, y es que el que todos los que toman un café con villarejo caen.

- Doctor (je je). Sánchez, bueno, todos no, tu ministra se ha escapado.

-Nosotros somos unos expertos a la hora de exigir dimisiones y poco amigos de presentarlas. Ya sabes, la superioridad moral de la izquierda y tal. Una cosa es lo que decimos y otra la que hacemos.

- ¿Esto se puede aplicar también a la elección de los vocales del Consejo del Poder Judicial? Tú habías dicho en la tele que estabas en contra de que nos los repartiéramos como veníamos haciendo hasta ahora.

-Ay pequeño saltamontes, ¡cuánto tienes que aprender! Aquello lo dije cuando no era presidente, ahora soy otro hombre, por tanto no tengo la obligación de cumplir lo que dijo ese otro hombre.

- ¡Menos mal!, me tranquiliza que sea así. Pues si te parece, diez para ti y diez para mí. Por supuesto el presidente deberá ser elegido por nosotros, que tenemos más diputados en el congreso.

-Bueno, piensa que nosotros sumados a los de Podemos, independentistas y partidos filo terroristas sumamos más que vosotros. Por eso el reparto debería ser 8 para ti y 12 para nosotros. Por supuesto el presidente lo nombraré yo, que para eso soy el que mando.

Un sudor frío recorre la frente de Pablo y piensa "a ver si en la primera negociación me toman el pelo y hago el canelo". Sin pensarlo mucho dice " once y el presidente para ti y nueve para mí”, siempre que demos libertad de elección al otro".

-Mira Pablo, no voy a abusar de ti, te regalo el presidente, siempre que propongas al presidente del tribunal que va a juzgar a los independentistas.

Pablo respira aliviado y sin pensarlo mucho le dice "de acuerdo"

-¡give five Pablo!

Mientras se estrechan las manos el líder de la oposición se pone en modo confidencial y dice

-presidente, que sepas que he estado a punto de conformarme con tener la minoría y no tener el presidente.

- Querido saltamontes, que sepas que con lo del presidente te he metido un gol, ya que yo prefería a alguien más sensible como presidente del tribunal que va a juzgar a los presos independentistas. Ya sabes, los necesito para seguir gobernando.

- No había caído, así que tengo minoría y la salida del presidente te allana el camino con los independentistas, ¡Que mal he negociado!, menos mal que nada puede ser peor.

-Me temo que sí, dado que hemos acordado libertad de elección, te voy a meter en el supremo al juez del caso Gurtel, ese que os ha dado "pal pelo" a los del PP. Bueno chavalote, hasta la próxima y ya sabes, siempre que quieras negociar un acuerdo aquí me tienes.

El líder de la oposición abandona el despacho con la sensación de llevar las orejas el burro al estilo de los dibujos animados, pero para animarse se dice a sí mismo,” bueno, nueve de veinte no está nada mal, los partidos que no han querido entrar en el acuerdo no pueden elegir a ningún juez”.

Imagen de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias tomada en el palacio de La Moncloa ABC

Y así es, a pesar de todo lo que habían dicho, populares y socialistas siguen haciendo lo mismo. El ex ministro popular Gallardón llevaba una propuesta de eliminar ese reparto y el propio presidente Sánchez había prometido algo parecido cuando era tan solo un candidato a presidente. Pero, el bipartidismo sigue en su idea de controlar en lo posible al poder judicial, haciendo un daño terrible a la separación de poderes. De unas figuras, cuya independencia e imparcialidad debería ser incuestionable, se sigue hablando de jueces progresistas y conservadores, y de elegidos por el PSOE o por el PP.

Por cierto, es llamativo que un juez que iba a presidir el tribunal de lo que va a ser el juicio más importante de nuestra democracia prefiera presidir el Consejo del Poder Judicial . Me recuerda a Lopetegui , con opciones de ganar al mundial pero abandonó la selección y ha acabado comiéndose el turrón en casa, paradojas del destino.

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