Política
El PSOE no secunda a Ábalos en Valencia y se toma vacaciones parlamentarias hasta el 5 de febrero
Las Cortes Valencianas no celebrarán por primera vez en seis años plenos en enero y se limitarán a las comisiones
«Yo no recuerdo haber cogido más de una semana de vacaciones en todo el año» . El ministro de Fomento en funciones y secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, sorprendía este martes con estas declaraciones que intentaban acallar las críticas en relación a las fechas elegidas -4, 5 y 7 de enero- para el debate de investidura de Pedro Sánchez. Ábalos echaba más leña al fuego añadiendo que la política «es una función libre y voluntaria y el que quiera vacaciones puede dedicarse a otras actividades ».
«Los representantes políticos no tenemos ese privilegio ni de vacaciones ni de días festivos y si hay que estar un 31 aquí se está, y si hay que estar cualquier otro día, se está», zanjaba el ministro socialista. Pero lo cierto es que sus compañeros de partido en la Comunidad Valenciana no parece que secunden las máximas que lanzaba el secretario de organización del PSOE en declaraciones a los medios en un acto con motivo de la liberalización de la AP-7.
De hecho, el calendario de sesiones de las Cortes Valencianas -aprobado por los socialistas, Compromís y Podemos- se ha planificado meticulosamente para que sus señorías puedan disfrutar de cada uno de los festivos nacionales, autonómicos y locales, atiendiendo incluso a las vísperas que puedan servir de puente.
Los diputados autonómicos se despidieron de la actividad parlamentaria el 21 de diciembre -coincidiendo con las cenas de Navidad- y no regresarán hasta pasadas las fiestas, cuando se reiniciarán las comisiones. Por primera vez desde 2014 no se celebrarán plenos durante el primer mes del año.
Por su parte, las sesiones de control al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, no se retomarán hasta el 5 de febrero, como está estipulado en ese calendario para 2020. Esto supone que el jefe del Consell va a estar más de dos meses sin rendir cuentas en la Cámara, puesto que Puig se sometió por última vez a las preguntas de los partidos a finales de noviembre.
La oposición lleva tiempo exigiendo que el dirigente socialista dé explicaciones en sede parlamentaria sobre las últimas polémicas que han rodeado su figura. La más reciente, la supuesta entrevista de pago con el periódico británico «The Guardian» . Sea como sea, esas aclaraciones tendrán que esperar.
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