Procés valencià

Hace días que el dichoso asunto catalán tiene eco valenciano. Desde los altercados del 9 de octubre en la plaza de San Agustín, las páginas de los diarios españoles y las tertulias radiofónicas, vienen introduciendo el factor valenciano a todo el problema de Cataluña. Entre las últimas aportaciones de nuestros paisanos al tedioso Procés, encontramos el escrache a Mónica Oltra y el cacao mental del Partido Popular de la Comunidad Valenciana respecto al adoctrinamiento en la escuela pública valenciana . Unos energúmenos con pocas luces, se dirigieron a la casa de la vicepresidente del gobierno valenciano, para molestar a su familia con música y máscaras. Mal, muy mal. Horas antes, Elena Bastidas , mantuvo en un programa de esRadio que el adoctrinamiento en la Comunidad Valenciana, era inexistente y sólo se trataba de casos aislados. Al día siguiente tuvo que salir a la palestra Isabel Bonig para poner negro sobre blanco, y reconocer que había adoctrinamiento en las aulas de nuestra autonomía.

Si buscamos protagonismo valenciano en la crisis de nuestra nación, ¡hagámoslo bien! Aportando soluciones y no haciendo el ridículo. Senyora Oltra, li ho diré en el valencià normalitzat que hem varen fer aborrir en el batxillerat: estem farts del victimisme catalanista i de la seua doble vara de mesurar. Si feixistes eren els que varen anar a la seua casa amb Manolo Escobar i la bandera nacional, també ho eren els que acorralaren a Rita Barberá al seu carrer, els que varen anar a casa de Camps i els que varen molestar a González Pons . La meua pregunta és si la feixista que eixía a La Sexta tots els díes defensant estos actes -escraches- era la parlamentaria de Compromís amb samarreta i eslogan…