Valencia
El primer ciego español que ganó la oposición a juez se confiesa: «Me quedé en shock y liberado»
Héctor Melero estudió los 325 temas para examinarse con un transcriptor de textos a voz en lugar del sistema Braille
Héctor Melero Martí, el primer español ciego que ha superado las oposiciones para juez , asegura en una entrevista con la agencia EFE que cuando supo que había aprobado se quedó «en shock y liberado», se le pasaron por la cabeza «muchas cosas y ninguna a la vez» y se acordó de todos los que le habían apoyado.
«Siento gratitud hacia la vida porque soy una persona muy afortunada, he conseguido lo que me he propuesto y he sufrido para conseguirlo, y eso me da aún muchísimo más valor», afirma Melero, quien confiesa que siempre tuvo claro que le gustaba el Derecho: «me gustaban los conflictos jurídicos y me preguntaba si sería capaz de aprobar una oposición».
El joven valenciano, que no ha utilizado el sistema braille para estudiar los 325 temas que componen la oposición a juez sino que los ha memorizado gracias a un programa de sistema de voz que verbaliza las palabras que aparecen en la pantalla, asegura que «va a ser fiscal. El fiscal habla más que escribe y a mí me gusta mucho hablar».
Además, explica, el Ministerio Fiscal interviene sobre todo en el ámbito del derecho penal, que «me gusta muchísimo» y también porque en el ámbito del Derecho Privado y el Derecho Civil intervienen en la protección de derechos fundamentales y libertades públicas, y cuando entran en conflicto intereses de menores o de personas desamparadas.
«Mejor, mi pueblo»
Melero es natural de Cullera ( Valencia ), y aunque asegura que le gustaría quedarse a ejercer porque es «el mejor pueblo para vivir» reconoce que es «complicado» y cuando le destinen lo hará «con ganas de conocer partes del territorio nacional y de ser feliz y disfrutar».
«Me siendo muy contento y muy feliz porque han sido cinco años de oposición», asegura el primer invidente de España en aprobar una oposición a juez, quien afirma que siempre ha sabido compaginar el estudio con el tiempo libre y ha podido estar con sus amigos, salir a cenar y acudir a la Falla Taüt de Cullera que, afirma, «es la mejor falla del mundo».
Según Melero, «en el momento que me dijeron que había aprobado se me pasaron por la cabeza muchas y ninguna cosa a la vez. Te quedas en shock y es un momento de liberación porque solo piensas en que si hubiera suspendido tenía que volver a empezar».
También, añade, «te acuerdas de muy pocas personas y de muchas a la vez, de todo el mundo que te ha apoyado, que me paraba por la calle y me preguntaba qué tal la oposición, de personas de mi familia, de mis amigos, que estuvieron conmigo y consiguieron que esas horas previas al examen fueran las más felices de mi vida». «La gente me quiere, me ha apoyado y me ha visto desde pequeño», añade.
Preguntado por si cree que ser invidente dificultará su labor, señala que «algún problema habrá pero no me lo he planteado seriamente, sé que voy a ser capaz de superarlo y se que voy a tener ayuda tanto de la administración, por los problemas de accesibilidad que podemos encontrar, como de la ONCE , que es muy importante para nosotros».