Vicente Ordaz - EL FARO
La política paga mal
«En el guión está que Ciudadanos y Podemos digan no. Es la posición más populista»

Empiezo por el concepto principal, y así el que lo considere que ya se vaya enfadando, pero lo digo con absoluta convicción, los políticos están mal pagados, los cargos, no las personas. Por eso me llama la atención que los partidos de la oposición al Consell apoyados por Podemos hayan votado en contra de la propuesta de la Generalitat para que los altos funcionarios pudieran mantener sus salarios si son elegidos para cargos del gobierno, y el desempeño del cargo público conllevase una retribución menor. Conforme está la política, era o es, la invitación casi definitiva a que personas preparadas y que puedan aportar en puestos de relevancia digan un elegante “no gracias” y sigan con lo suyo.
Lo curioso de este caso son las motivaciones, de unos y de otros, de los que se oponen y de los que impulsan la medida. En el guión está que Ciudadanos y Podemos digan no . Es la posición más populista, aunque en el caso de Podemos “chirría” como en casi todos sus postulados, que la defensa del no sea por el “alto número de personas necesitadas en la Comunidad Valenciana”. Si esto es todo lo que se les ha ocurrido para oponerse a un a propuesta de influencia menos que mínima en los presupuestos de 2018, vamos bien. Cuando se hace de la demagogia la base de tu línea argumental lo normal es que lo pagues, bravo por los de la nueva política . El PP dice no, cuando tras muchos años de gestión ha sufrido en sus carnes lo que supone gestionar con el “statu quo” actual.
Pero teniendo la razón y la lógica de su parte, PSPV y Compromís prueban ahora su propia medicina . Tanto años estirando del argumento de los sueldos, complementos y prevendas gubernamentales, y ahora su propia argumentación les estalla en plena cara. Si has matado a hierro, ahora no puedes más que apechugar y seguir.

Y es que obligación de todos es dignificar la política. Y por muy bien que suene al decirlo desde la bancada de la oposición, un conseller que maneja en algunas carteras 6.000 millones de euros de presupuesto, no puede ganar 57.000 euros, y el alcalde de una ciudad como Valencia debe llevar escolta y chófer, se llame Ribó, Barberá o Sandra Gómez si lo es algún día, y al Presidente de la Generalitat, con poco más de 60.000 euros al año de sueldo y el cargo que representa debería contar con una partida de gastos de representación, pero de verdad. Algo que sin ir más lejos tiene por ejemplo el Presidente de los EEUU. Y es que rasgarse las vestiduras o hacer polémicas de lo que no es, trae ahora que propuestas justas como la que impulsa el Consell con los sueldos de los funcionarios, se queden en el limbo. A ver si vamos aprendiendo