Sucesos
Dos policías valencianos que protegían la Delegación del Gobierno en Barcelona salvan a un joven herido grave
Un oficial de la UIP taponó la brecha que presentaba el chico accidentado y le abrió las vías respiratorias para que no se asfixiara con su sangre
La actuación de un oficial y un agente de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de Valencia desplazados a Barcelona para formar parte del dispositivo de seguridad ante los altercados posteriores a la sentencia del «procés» resultó clave para socorrer a un joven que había resultado herido grave como consecuencia de una caída accidental por unas escaleras.
Los hechos -avanzado por «Las Provincias» - sucedieron a primera hora de la mañana del 1 noviembre, cuando los dos miembros de la Policía Nacional procedentes de Valencia se encontraban de guardia frente al edificio de la Delegación del Gobierno en la ciudad condal.
Eran las siete y un compañero trabajo el herido -un hombre de entre veinticinco y treina años de edad- acudió «muy nervioso» a contar lo sucedido a los policías y a requerir a alguien que tuviera conocimientos de primeros auxilios, de acuerdo con la información facilitada a ABC por fuentes de la Jefatura Superior en la Comunidad Valenciana.
El oficial y el agente de los antidisturbios se desplazaron rápidamente al establecimiento en el que yacía el herido en unas escaleras estrechas. El hombre, de acuerdo con el parte policial, presentaba una herida de diez centímetros en la cabeza y sangraba abundantemente. Los dos integrantes de la UIP llamaron a la sala del 091 para solicitar la asistencia de personal sanitario y de los Mossos d'Esquadra. En ese intervalo de tiempo, el oficial decidió actuar ante la gravedad del herido, que «convulsionaba, decía frases inconexas y llegó a vomitar sangre».
El policía utilizó papel de cocina que había en el local para taponar la herida con una suerte de compresa tras situar al joven en la posición lateral de seguridad. Como el herido vomitó sangre, el oficial de la UIP le abrió las vías respiratorias para que expulsara la sangre y no se asfixiara.
Una vez estabilizado, los policías le realizaron un vendaje en la cabeza y finalizaron su crucial intervención cuando llegaron las asistencias médicas que se hicieron cargo del herido.
