María José Ferrer San-Segundo* - DE FRENTE
¿Permanente? Revisable (crónica de un debate)
«Somos muchos los que vamos a seguir trabajando para que la Prisión Permanente Revisable no se derogue»
Recientemente hemos debatido en Les Corts la iniciativa del Grupo Popular para mantener la Prisión Permanente Revisable (PPR), establecida en España como pena máxima , en 2015, sólo para delitos muy graves. No fue ningún invento del PP. En realidad era -y será si se deroga- el único país europeo, salvo Portugal, que no tenía en su ordenamiento esa respuesta ante los crímenes más desgarradores. Que ya nos gustaría que no existieran, pero existen.
Sin embargo esta legislatura, sin que la sociedad lo pidiera , se ha instado en el Congreso la total derogación de la PPR con la oposición del Partido Popular, que es el único grupo que, claramente y sin complejos, ha votado NO.
Y eso que se trata de una medida muy excepcional, consolidada desde hace décadas en los ordenamientos democráticos y avalada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos siempre que, como en el caso español, sea revisable, y por tanto, no perpetua.
Claro que la reclusión penitenciaria ha de buscar la reeducación . Y hay que mejorar los medios para que así ocurra. Pero ¿qué hacemos en los casos, que los hay, en que tras los tratamientos penitenciarios no se produce la rehabilitación? ¿Qué hacemos cuando, mediante una evaluación especializada, se aprecia en el condenado un objetivo riesgo real de grave reincidencia ?
Pues que los poderes públicos deben responder, proteger y prevenir. Es por eso que la PPR está vigente en Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Dinamarca, Suiza, Austria, Suecia, Finlandia o Bélgica . Es más: el número de delitos por los que se puede castigar con esta pena máxima en Italia es de 19, en Alemania 20 y en Francia 26, mientras en España sólo 8.
El debate, por lo demás, no lo ha reabierto el PP, sino quienes han activado la derogación, con el objetivo de desgastar al Gobierno de España liquidando, ley tras ley, el legado normativo de la anterior legislatura. Porque ¿qué prisa hay en derogar una pena que solo se ha aplicado una vez y que todavía está lejos de ser revisada puesto que se impuso por hechos -el cruel doble crimen de un padre a sus dos hijas menores- de 2015? ¿Por qué no esperar a que se pronuncie el Tribunal Constitucional?
En el debate le replicamos al Botànic que la PPR fue introducida en la Francia de 1994 por Mitterrand, sin que ningún otro presidente socialista posterior la haya eliminado, como pretenden aquí. Y que no olviden que la mayoría de afectados por estos graves casos son mujeres, jóvenes y niños. Es incoherente que nos unamos, con razón, en el “ni una más” por la violencia de género, y luego digamos a las víctimas, o sus familias, que es visceral o vengativo resolver, o prevenir, los crímenes, desde el código penal.
Y a Cs le recordamos, al debatir, que en febrero 2016 firmaron con el PSOE instar su derogación inmediata . Que en octubre de 2017 no se opusieron a ello. Y que en febrero de 2018 tampoco han apoyado en Corts la propuesta de no derogación, pero esta vez bajo el pretexto de endurecerla cuando, solo tres meses antes, su representante en el Congreso sostenía exactamente lo contrario, calificando la PPR como “demagogia punitiva”. Es lo que tiene cambiar de opinión según convenga, no tratar los temas con seriedad responsable y decidir la acción política a golpe de sondeo.
En cualquier caso, somos muchos los que vamos a seguir trabajando para que la Prisión Permanente Revisable no se derogue . Porque, como manifestamos en el parlamento: podrán ganarnos en las votaciones; pero no nos van a mover, ni un milímetro, en las convicciones.
(*) Doctora en Derecho
Licenciada en Ciencias Políticas y de la Administración
Diputada autonómica PPCV
Twitter: @MJFSanSegundo
Instagram: @mjfss