DEPORTE FEMENINO
Patricia Sarrapio: Minucioso triple salto
La atleta del Playas de Castellón sigue firme en su carrera con el horizonte puesto en Río de Janeiro
Aparece en la pista con un silencio interior. Y comienza a reproducir mentalmente lo que ha trabajado en cada sesión de entrenamiento para luego proyectarlo desde que se sitúa en la calle, lanza la carrera y busca a golpe de saltos, tres, el foso. Un todo. Esa introspección del instante en su disciplina parece que lanza una imagen personal tirando a distante, fría. Pero ella está en lo suyo. El triple salto . Aquello que descubrió casi por obligación cuando estaba encandilada por las vallas, pero que acabó siendo y es lo que abrillanta su carrera en la dureza del atletismo. Patricia Sarrapio Martín (Madrid, 16/11/1982), saltadora del Playas de Castellón , reconoce que no le es difícil «controlar las emociones cuando estoy en la pista. Creo que no me expreso, sólo actúo. Pienso en hacerlo bien. En que no tengo que demostrar nada a nadie. Y que sólo tengo que hacer bien lo que llevo haciendo desde hace diez años: saltar». Y este 2016 para todo eso es especial. Los Juegos de Río están excesivamente cerca. La triplista, que compagina el deporte con su trabajo como maestra de Primaria en el colegio Gredos San Diego de Moratalaz, junto con su entrenador Juan Carlos Álvarez , entiende el alcanzar la próxima cita brasileña no como un sueño, sino como una realidad. Para Sarrapio serían sus segundos Juegos después de haber participado en Londres 2012 .
El atletismo ya lo interiorizó en casa. Su padre era atleta. Más aún, especialista en triple. Su hermana gemela y ella, que andaban inseparables a todas partes, empezaron a enredarse con el deporte desde tierna edad. Y llegado el momento se les abrió las puertas del atletismo en las escuelas municipales de su barrio. Ya se sabe, los principios a modo de juego, de distracción, de ronroneo con muchas de las disciplinas atléticas sin mayores pretensiones, ni objetivos. Precisamente fue su hermana la que se fue hacia el triple y ella hacia las vallas .
«En cadetes fui medallista en los campeonatos nacionales en vallas. El año siguiente, sin entrenar ni nada, tuve que hacer el campeonato de Madrid de triple -el año anterior no alcanzaba el foso-. Hice récord de España. Ni lo sabía. Pero en ese momento, en realidad, tampoco me llamaba el triple. A mí gustaban las vallas. Fue casualidad», recuerda. Momento esencial en su carrera fue cuando comenzó a entrenar con Eduardo Rodríguez Lobo . «Considero que junto con ‘Juancar’, son mis entrenadores. Lo que he aprendido a día de hoy es gracias a ellos. Y si he llegado donde estoy, es por ellos» , dice rotunda.
Mantuvo su ligazón con las vallas y en etapa juvenil, Sarrapio, comenzó a entrenar más el triple. Un lustro largo pasó con Rodríguez Lobo antes de comenzar su andadura con Juan Carlos Álvarez. Una década llevan haciendo «un buen tándem» : «He aprendido muchas cosas con él. Me conoce muy bien cada gesto, cada semblante… Deportivamente, creo que aunque no nos ha salido lo que valemos o lo que podríamos saltar, Juancar ha sacado en cuanto a cualidades y técnica lo mejor que tengo . Aún nos queda un poco por sacar…».
La triplista madrileña acumula en su haber nueve campeonatos de España -tres en pista cubierta y seis al aire libre-; recuerda con especial mimo el quinto puesto del Europeo de Goteborg, en 2013, con una salto de 14,07 metros ; y firmó un 13,64 en los Juegos de Londres 2012. «El momento más emotivo para mí, el que quizás no pude controlar los sentimientos, fue cuando salí a la pista en los Juegos. Mi familia estaba allí. Además, era un sueño que se hacía realidad», cuenta.
Patricia también acaricia instantes de su carrera como la medalla en el Iberoamericano de Huelva. Después de los últimos dos años complicados, con una lesión de espalda, teniendo que ser intervenida quirúrgicamente, subraya «la medalla al aire libre del año pasado. Para mí tiene mucho valor, porque estuve dos meses lesionada, entré al quirófano y al final sólo pude entrenar veinte días para llegar al campeonato. Para mí esa medalla tiene valor».
Objetivo real
Sarrapio, de 33 años, pertenece a esa generación del atletismo español diferente, con cuajo, regular y con carácter ganador . Con momentos buenos y no tan buenos, pero de los que siempre se sale mirando hacia adelante. Pasó por clubes como Scorpio Mondo, Puma Chapín antes de pasar siete años en el «Valencia Terra i Mar» y hoy seguir con ilusión en el Playas. «Echo la vista atrás y no cambio nada. Estoy entrenando bien y no descarto nada. De hecho, nuestra intención es ir a los Juegos. Y no como un objetivo a modo de sueño, como decir voy a ser campeón del mundo. Nos lo marcamos como un objetivo real» , significa.
Disciplina. Esfuerzo. Sacrificio. Ganas siempre de mejorar. «El atletismo me ha dado mucho más de lo que yo pueda dejar en el deporte. Lo he intentado dar todo y, aunque pienso a corto plazo, estoy muy bien como para seguir dando todo», expresa la triplista que tiene claro que «el día que ya no sea feliz lo dejaré, pero lo sigo siendo y pienso en los Juegos de Río» .