Fernando Llopis - El último liberal
Parando a los imparables de Compromís
«Si revalidan el gobierno del Botànic, el objetivo es seguir el imparable proceso de inmersión lingüística tal como se desarrolló en Cataluña»
A la caballería francesa en 1525 les llamaban la imparable, su carga era algo a la que ningún ejército podía resistir. Un tiempo atrás habían arrasado a los ingleses y el 24 de febrero de dicho año esperaban hacer lo mismo con los españoles. Hay un fantástico cuadro de Augusto Ferrer Dalmau que muestra a la perfección el momento aquel en el que los soldados franceses liderados por su rey, armados de temibles lanzas y cubiertos de relucientes armaduras se lanzaron en pos de la victoria. Pero la historia bélica iba a tener un nuevo giro aquel día cuando los españoles, pie en tierra, esperaron con sus arcabuces hacer frente a los imparables franceses.
Casi cinco siglos más tarde “Imparables” es el lema que la coalición Compromís utilizará en las próximas elecciones autonómicas en la Comunidad Valenciana. Posiblemente uno de los objetivos que tiene la coalición para el próximo mandato, en el caso de que revaliden el gobierno del Botànic, es de seguir el imparable proceso de inmersión lingüística tal como se desarrolló en Cataluña y que se encuentra en pleno proceso en las Islas Baleares. Hace escasas fechas, la candidata de Ciudadanos por Barcelona, Inés Arrimadas, alertaba en Alicante del peligro de que estos procesos imparables sigan por mucho que los presidentes Sánchez y Puig continúen negando la mayor y afirmen que no hay que preocuparse. Arrimadas comentó que hace unas decena de años, Cataluña se encontraba en un momento similar al que nos encontramos en nuestra Comunidad, con la inmersión lingüística en la escuela, con las oposiciones valorando el catalán sobre cualquier otra cosa e incentivando a las más diversas asociaciones en la causa independentista. No es necesario recordar la conocida situación sin salida en la que se encuentra Cataluña diez años después .
En aquel campo de batalla dibujado por Ferrer Dalmau se disputaba la supremacía de dos potencias de la época como eran la francesa y la española. El próximo día 28 de abril va a estar algo más en juego para la Comunidad Valenciana que un posible cambio o continuación de gobierno. Hace algunos años un resultado electoral suponía escasos cambios que realmente afectaran a la vida de los ciudadanos. En la Comunidad Valenciana el problema es mayor, dada la obsesión que han demostrado los miembros del Botánic en algunos temas especialmente sensibles para el futuro. Cuatro años más de gobierno en la misma línea pueden dejar unas secuelas cada vez más difíciles de cambiar. No se debe perder ningún voto en tratar de evitar que el Botánic vuelva a hacer de las suyas. Confío en que nadie se confunda por las sonrisas de los logos que tratan de vender en las chapas y resto de propaganda electoral y voten pensando en lo que han hecho estos cuatro años, donde no solo no han sido capaces de resolver problemas como los de las listas de espera, gestión del agua, educación o dependencia, sino que los han empeorado notablemente .
Con suerte a los imparables de Compromís les pasa igual que a los imparables franceses de 1524, que fueron totalmente derrotados por los españoles en Pavía. Aquel día se demostró que la caballería pesada era algo obsoleto para la época, al igual que los modelos de gestión basados en la confrontación, el enchufismo, las memorias históricas y el nacionalismo.