Juan Zumalde - VERLAS VENIR

Pagar por mear

«El contraste de estos dos tipos de baño no es más que un reflejo de la sociedad en la que ahora vivimos»

Imagen de los lavabos de la empresa 2theloo ABC

A partir del próximo martes, en las estaciones del Norte y en la Joaquín Sorolla abrirán unos renovados aseos privados para el público (de públicos ya no les quedará nada) en los que mear costará 60 céntimos. A usted le parecerá mejor o peor, pero esa es la nueva realidad. Esté tranquilo, si no quiere pagar también tendrá baños de gratis.

Puede parecer una cuestión menor, pero para los usuarios no lo es. Personalmente he tenido la experiencia de usar ese tipo de baño en la estación de Atocha de Madrid . Y tengo que decirle una cosa; son excepcionales: toallas limpias, inodoros realmente inodoros, jabón para las manos. Todo por 60 céntimos.

Estos baños están en la zona anterior a la de embarque. Luego, en la de embarque, hay otros que ya son gratis. Como ocurrirá también en las estaciones valencianas . Y esos baños de anden no tienen papel, el inodoro no hace honor a su nombre ni de lejos, las toallas jamás existieron, el suelo está mojado (si, lo lamento, asquerosamente mojado)…. En fin. Parecía un baño de discoteca a las cinco de la mañana del domingo.

Seguramente el contraste de estos dos tipos de baño no es más que un reflejo de la sociedad en la que ahora vivimos. Las clases medias no existen. De hecho, en la estación, ya no hay baños para las clases medias.

Igual podían hacer bonos para los usuarios de cercanías que pasan todos los días por la estación. O quien sabe si con un billete de AVE deberían regalar un ticket por una deposición en condiciones.

Pero como conclusión, les diré que a mi lo que me gustaría en definitiva, es que todos los baños de la estación estén en condiciones salubres. Que quien quiera pagar por algún plus, lo haga, pero que no haya que pagar para huir de unas instalaciones sucias y malolientes.

Pero me temo que no va a ser posible . Al ejemplo madrileño me remito. Así es que me temo que ante esta nueva situación no nos quedará más remedio que rascarnos el bolsillo, no nos quedará más remedio que pagar por mear.

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