Sociedad

Una paella valenciana a 5.700 metros de altitud

El alpinista valenciano Federico Arrizabalaga asciende a la cima del Pico de Orizaba, en México, para degustar el plato típico

Federico posa con los restos de la paella, cocinada a 5.700 metros de altitud F. A.

D. MARTÍNEZ

Seguro que en su vida habrá probado usted infinidad de paellas. Algunas exquisitas, otras atroces. Algunas típicamente valencianas (arroz, conejo, pollo, garrofón y judía verde plana), y otras que, aunque se ofrezcan como tales, presentan ingredientes inverosímiles. Pero es muy improbable que ninguna de ellas le haya sabido como la que ha degustado el alpinista Federico Arrizabalaga . Este valenciano, escritor de viajes y aventurero afincado en Puerto Vallarta hace años, no dudó en escalar los 5.700 metros de altitud del Pico de Orizaba , en México, para meterse entre pecho y espalda la paella a mayor altitud del mundo.

«Soy un ingeniero civil reconvertido en blogger de viajes », cuenta Arrizabalaga, que a estas alturas ha visitado más de 80 países mientras sigue dedicándose al márketing digital. Aunque comenzó a viajar con el surf como motivación, «todas la aventuras que he vivido durante mis viajes y los programas de Jesús Calleja me mostraron la aventura y reto que supone el alpinismo», recuerda. Antes de hacer cumbre en el Pico de Orizaba, ya había subido al monte Fuji en Japón , y lo había intentado con el Iztazihuatl, también en México, donde se quedó a 200 metros de la cumbre (a 5.200). «Fue mi primer fracaso, pero lograrlo te hace crecer y creer en ti mismo».

El cochinillo del corredor Luis Alonso

La idea de la paella en la cima surgió inspirada por una iniciativa similar que protagonizó el corredor Luis Alonso en el Ultra Maraton de las Barrancas del Cobre en Chihuahua. «Es una carrera bestial protagonizada por los Tarahumara, un grupo indígena local que destaca por sus habilidades como corredores de distancia». En esa carrera Luis, segoviano, llevó un cochinillo que compartió con todos los participantes, incluido Federico. «De ahí salió la idea de la paella», explica el alpinista, «me puse en contacto con Paellas Amparin en Valencia, y desde un primer momento Rafael Baixauli tuvo una respuesta muy positiva y no dudo en apollarme con lo que necesitaba».

Un momento de la ascensión por la ladera del Pico de Orizaba F. A.

Para su reto, el valenciano se fijó en el Pico de Orizaba. Se trata de la décima montaña mas alta de todo el continente americano, y del tercer pico más alto en América del Norte . Coronarla requiere unas muy buenas condiciones físicas, «y desde luego nadie se había comido una paella en la cima hasta ahora».

La aventura gastronómica se planificó en siete días. El primero y el segundo, dedicados a la aclimatación en altura en el DF. El tercer día, Arrizabalaga y su compañero de expedición, César Bertomeu, se desplazaron a Ciudad Serdan en autobús, pero en ese mismo momento el reto comenzó a torcerse. «Nos robaron todo el material en el viaje en autobús» , explica, «al día siguiente presentamos denuncias, hablamos con medios de comunicacion de la zona y autoridades locales para conseguir ayuda». Al final, buenas intenciones por parte de autoridades locales pero la empresa de transporte ADO no se hizo responsable de los robos.

Una imagen tomada ya muy cerca de la cima F. A.

Inasequibles al desaliento, los españoles iniciaron el cerco a la cima el quinto día, con material prestado por HG Mexico, «nuestros guías» . Ese día llegaron al campamento, a 4.000 metros del altitud. Al día siguiente comenzaron la ascensión e hicieron cima en Sierra Negra (4.600 metros) «para aclimatacion y calentamiento». Nuevas malas noticias: «Mi amigo y compañero de ascensión, César, tiene síntomas de mal de altura en el descenso y parece que un alimento le ha sentado mal».

Cumbre a las 13 horas

Finalmente, a medianoche del séptimo día, Federico y sus guías inician la ascensión sin César, que no puede acompañarlos por el mal de altura. Con ellos llevan la paellera y los ingredientes para preparar la paella ese mismo día . «Comencé la ascensión solo, ya que lamentablemente César no me pudo acompañar por el mal de altura, y apenas conseguí dormir dos horas por la incomodidad y un ligero dolor de cabeza», relata. A medianoche comenzó la ascension a una montaña que debería estar cubierta de nieve en su mitad superior, pero que «estaba completamente seca; si alguien duda del cambio climático esta es otra señal qe grita lo que esta pasando».

A paso lento pero firme, con descansos de cinco o diez minutos cada hora , el grupo fue progresando por la ladera de la montaña. «Hacia las seis de la mañana el primer resplandor del sol proporcionó algo de luz natural», cuenta el aventurero, «y fue sobre esa hora cuando empecé a notar los primeros síntomas de la altura; debíamos de estar a unos 5.200 metros aproximadamente». No obstante, Arrizabalaga afirma que «aún me sentía con bastantes fuerzas, y ya había superado la altitud del 'Izta'», donde tuvo que darse la vuelta hace dos años.

El alpinista y sus guías celebran el éxito con una paella valenciana F. A.

«Hacia las 11 de la mañana vimos la llamada 'Roca del arrepentimiento', donde muchos alpinistas deciden dar la vuelta ». Llegados a ese punto, faltaba ya muy poco para la cima, pero comenzaba el tramo más duro, que a muchos se les hace excesivamente dificil. «La pared esta cubierta por una gravilla suelta que hace que resbales y retrocedas dos de cada tres pasos que das...» Federico tardó una hora en cubrir los últimos sesenta metros , «padeciendo cada metro de ascenso», pero finalmente llegó a la cima con la paella y paellera. Eran alrededor de las 13 horas.

«La llegada a la cima supuso un momento de emoción y agotamiento», rememora, «y no sabría decir cuál de las dos sensaciones era mayor». Pero el objetivo estaba conseguido. Tras un pequeño descanso para recuperar el aliento, y a nada menos que 5.700 metros de altitud, prepararon el plato típico de Valencia e inmortalizaron el momento . Tras reponer fuerzas, llegaba el momento de iniciar las cuatro horas de descenso.

Repetir el reto

El blog de Federico, en inglés ( www.maitravelsite.com ) «y pronto también en español», está reconocido como uno de los 100 mejores blogs de viajes del mundo . Como escritor, es autor de una guía de viajes de Fodor's , ejerce de colaborador ocasional de Lonely Planet y cuenta con numerosos artículos publicados en prensa y revistas. A partir de ahora, podrá añadir a su currículum el haberse convertido en el primer alpinista en comerse una paella a 5.700 metros de altitud . «Este reto representa a España, su comida, y su espíritu aventurero», concluye.

«Tengo otros retos similares en mente, incluidas próximas ascensiones con paella y paellera a montañas», avanza Arrizabalaga. No obstante, en el mes de agosto se enfrentará a otro reto, que «seguramente sea uno de los más importantes de mi vida, pero a la vez bonitos: el nacimiento de mi primer hijo ».

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