Cultura
Paco Cerdà: «Sin los peones no se entiende nada de lo que pasa ni en el tablero ni en la vida»
La productora Sygnatia compra los derechos del libro «El peón» del escritor valenciano para crear una película o serie
Personajes secundarios , que se encuentran en la parte escondida del iceberg, pero sin los que no se entienden las grandes historias. Personas que se entregaron a una causa, contribuyeron a ella y fueron olvidadas por gran parte de la opinión pública.
Sobre estas personas, a las que él llama «peones», versa el segundo libro del periodista y escritor valenciano Paco Cerdà (Genoves, 1985). El autor rescata en «El peón» las historias de Arturo Pomar , el niño prodigio del ajedrez de posguerra que el franquismo creó y abandonó; del estadounidense Bobby Fischer , un genio ajedrecista que también sería utilizado en la Guerra Fría; y de más de una treintena de personajes secundarios que se sacrificaron por una causa, porque «sin los peones no se entiende nada de lo que pasa ni en el tablero ni en la vida».
En sus 77 capítulos, el libro de no-ficción toma como hilo conductor la partida de ajedrez que disputaron en el invierno de 1962 en Estocolmo Arturo Pomar y Bobby Fischer. Entre la narración de los movimientos que se realizaron en la partida, Cerdà entrelaza las historias de otros peones de España y Estados Unidos en aquel «convulso» año, en el que se produjo la gran huelga minera en Asturias, el rechazo a la solicitud de entrada en la Comunidad Ecónomica Europea o el apresamiento de Julián Grimau y su fusilamiento; así como el movimiento por los derechos civiles en el país americano, la crisis de los misiles de Cuba o de auge del anticomunismo.
Así, todas las microhistorias narran la vida de peones en ambos bandos del tablero, desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de 1962, como el comunismo, el anarquismo, el maquis, el obrerismo, el socialismo, el terrorismo etarra, el cristianismo social, la República en el exilio, el movimiento estudiantil o el falangismo de estirpe joseantoniana en España. En el lado americano, esos peones adoptaron formas como la lucha antirracista del Black Power, el movimiento pacifista antinuclear, la Nueva Izquierda universitaria, la defensa de los pueblos indígenas o la guerra anticomunista al servicio del Ejército en Cuba o la URSS.
«Mi intención es que no caigan en olvido, dar voz a los que no la tienen y reivindicarlos. El libro quiere ser un homenaje a la letra minúscula de la historia , a los secundarios de lujo sin los que no se entiende la gran historia. Pretende reivindicar la capacidad que tiene una persona de transformar la realidad; y que no se entiende el mundo de hoy sin tantas luchas pequeñas, individuales, como representan estos héroes», detalla Cerdà.
![Imagen de Arturo Pomar jugando en Londres,contra el ruso Ossip Bernstein en 1946](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2021/01/27/arturo-pomar-ajedrez-kXj--510x349@abc.jpg)
En este contexto, el también periodista observa a los peones desde un doble prisma . «A veces son un juguete del destino, pero al mismo tiempo el destino depende de ellos . Esa doble perspectiva de ver la fortaleza de una vida humana y la capacidad de transformación, y ver la factura de entregarse a una causa me parecía un hilo argumental excepcional», defiende.
A través de un «juego de tableros» la obra se centra en la historia de Pomar y Fischer , a los que Cerdà siempre regresa en su relato, y que «son la némesis, dos contraposiciones muy definidas». Si el norteamericano representaba la «ambición, la arrogancia y la dificultad para encajar en la sociedad», Pomar mostraba el «conformismo, la resignación y la humidad». Al final, ambos no fueron tan distintos y «estuvieron al servicio de sus regímenes con una finalidad política y propagandística».
El libro también transcribe diversos fragmentos de noticias de ABC de la época sobre el joven Arturito Pomar , durante su gira en el torneo internacional de ajedrez en Londres, donde era conocido como «Boy Pomar».
La obra ha supuesto una ardua labor de investigación para Cerdà, que confiesa haberse «obsesionado» con que la totalidad del libro fuera de no-ficción y que todo transcurriera en el año 1962. Para evitar «aburrir» con hechos históricos, el periodista accedió a numerosas fuentes de documentación -como cartas, diarios, documentos radiofónicos, fuentes orales o vídeos- para descubrir desde la ropa que llevaban los personajes hasta la temperatura que hacía en prisión.
Pero el esfuerzo de Cerdà ha tenido recompensa, también impulsado por el éxito de la serie de Netflix «Gambito de dama», como él mismo admite. Tras lanzar la segunda edición de la obra y alzarse como vencedor del Premio Cálamo al Libro del Año 2020 (un galardón otorgado por los lectores y entregado anteriormente a escritores de la talla de Almudena Grandes, Javier Cercas o Rafael Chirbes), la productora Sygnatia ha comprado los derechos para hacer una película o serie sobre los peones . Porque la historia no puede escribirse sin los personajes secundarios.