Política
El pablismo logra el control en la Comunidad Valenciana con un Podemos partido por la mitad
Los temores en el Gobierno autonómico a una desestabilización se rebajan ante la ajustada victoria de Pilar Lima
El resultado genera enfrentamiento entre todas las candidaturas y la de Naiara Davó pide la revisión de los votos
El sector afín a Pablo Iglesias logra por primera vez el control de Podemos en la Comunidad Valenciana . La diputada autonómica y exsenadora Pilar Lima ha sido elegida líder en el territorio en una ajustada votación , con únicamente 38 votos más que la portavoz en las Cortes, Naiara Davó. Con mayor diferencia ha quedado, en tercera posición, Fernando Navarro.
El resultado evidencia que la formación se encuentra literalmente partida por la mitad. Existe un empate técnico para el Consejo Ciudadano Valenciano (la Ejecutiva autonómica), que se repartirá al 50% entre ambas dirigentes (Navarro queda fuera), con 14 miembros cada una. El tercio restante, otros 14 representantes, tendrá que ser elegido por los círculos, de modo que la batalla entre las dos corrientes no acaba aquí y los equilibrios todavía pueden variar relativamente en ese órgano.
El proceso tiene multitud de derivadas. La principal es que, desde el nacimiento de Podemos en la Comunidad Valenciana, Pablo Iglesias contará con una dirección totalmente en consonancia con sus tesis. Algo que ha costado seis años.
El primer referente en el territorio fue Antonio Montiel . En un principio, se trató del líder del «aparato», pero con el paso del tiempo y las divisiones, se le consideró cercano a Íñigo Errejón -aunque las facciones entre él e Iglesias no han sido nunca extrapolables a la autonomía-. Secretario general y candidato a la presidencia de la Generalitat en 2015, el desgaste sufrido por la marca y las contestación interna acabaron por provocar que se apartara del Vistalegre valenciano de 2017 .
En él resultó vencedor Antonio Estañ y Pilar Lima quedó en segunda posición. Un proceso, resulta importante reseñar, en el que participaron alrededor de 2.500 inscritos más que en el actual (donde han votado unas 5.000 personas).
El mandato de Estañ, crítico con Montiel, acabó convirtiendo a Montiel en crítico con Estañ. Una paradoja que, sin embargo, no se tradujo en nada puesto que los dos decidieron apartarse de la política . El primero renunció a revalidar el liderazgo y dimitió el pasado octubre, tras lo cual el partido ha estado dirigido por una gestora hasta ahora.
La situación, desde entonces, ha dado un vuelco. En la nueva elección del liderazgo, la candidatura de Lima ha tenido el apoyo de cargos afines a Pablo Iglesias y con poder institucional en Madrid -como el director general de Inspección de Trabajo y Seguridad Social, Héctor Illueca, o la directora del Instituto de la Juventud, María Teresa Pérez-.
La de Davó recogía a gran parte de la corriente de Estañ y contaba con el respaldo del vicepresidente segundo de la Generalitat, Rubén Martínez Dalmau , y de varios diputados autonómicos. Por su parte, Navarro representaba a algunos sectores cercanos a Íñigo Errejón y también a Estañ. El resultado, ahora, pone de manifiesto que los votos sacados por este último habrían sido claves si se hubieran sumado a los de Davó como perfiles, ambos, alejados de Iglesias.
Pero en esta partida no ha ganado ningún sector de forma incontestable. Y el escenario no es de comodidad ni para los de Lima-Iglesias ni para los de Davó-Dalmau. De hecho, el enfrentamiento sigue patente tan sólo pocas horas después del pitido final del partido. La candidatura de la portavoz en las Cortes Valencianas ha pedido la revisión de los apoyos ante la sospecha de que pueda haber algún tipo de irregularidad, especialmente en ciertos municipios. Todavía no han obtenido respuesta sobre si se va a realizar.
Además, la síndica, según fuentes de la formación, ha rechazado acudir a la rueda de prensa de este sábado organizada por la secretaria general al estar todavía pendientes de esa revisión. Una convocatoria, señalan, con la que no estaba de acuerdo.
También habían sido invitada la candidatura de Fernando Navarro, aunque no ha podido acudir, según comentan, por estar fuera de Valencia. Las reacciones de Davó y Dalmau no han agradado mucho a este sector. «No hace falta decir que has ganado cuando no has ganado» , ha llegado a afirmar la exdirectora general y exdiputada nacional Ángela Ballester en Twitter. Un cruce de acusaciones que no calman el río revuelto que son hoy los morados.
Lo difícil és saber guanyar. Acceptar la democràcia i saber perdre se suposa que és fàcil. No cal dir que si perds te’n vas i tampoc cal dir que has guanyat quan no has guanyat. És senzill. Però no, hi ha qui no sap.
— Àngela Ballester (@_ABallester) June 20, 2020
Durante la comparecencia, Lima -quien se ha convertido en la primera persona sorda en asumir un cargo de estas características en España- ha apostado por superar las «tensiones» que se han producido a lo largo de la campaña entre las diferentes candidaturas -un llamamiento con poco éxito- y ha asegurado que comienza «un nuevo momento de unidad», puesto que «la palabra 'ruptura' no tiene cabida» en el proyecto. Aun así, ha dejado patente que, al contrario de lo que reitera Davó, no se ha producido un «empate técnico» , sino un resultado «ajustado».
Sobre posibles cambios en el grupo parlamentario o en el Consell, Lima ha considerado que tienen que «arropar a las otras dos patas». « Nos vamos a centrar en construir el partido , necesitamos que sea fuerte para seguir en contacto con las otras dos patas y que se siga notando la presencia de Podemos en el Gobierno del Botánico y en Las Cortes», ha asegurado.
Para el sector de Davó, si estas palabras significan que existirá un modelo de separación de espacios en el que Lima se centre en el partido y coordinen entre las dos la acción en Generalitat y Parlamento, se tratará de una visión compartida.
Cambios en los cargos
Con una Ejecutiva dividida a partes iguales, los consensos van a tener que llegar por obligación tanto en la línea estratégica como en los cargos. Lo cual, por cierto, tranquiliza a PSPV y Compromís, que se encontraban muy pendientes de este proceso. El temor existente es que una victoria aplastante de Lima desestabilizara al Consell al endurecerse considerablemente el discurso de Podemos en el territorio, ejerciendo una presión mucho mayor desde fuera respecto a las políticas que se hayan de implantar.
Los socialistas especialmente, ven en el vicepresidente Dalmau un perfil poco molesto. Y tanto ellos como Compromís aventuraban que la mayoría absoluta de la nueva líder hubiera desembocado en una petición desde Madrid de relevarlo o que hubiera acabado dimitiendo por la complicación de la convivencia con Lima. Con este contexto interpretan que no ocurrirá.
En cuanto a las Cortes, el grupo queda en cierto modo comprometido. Algo que, realmente, no es novedad puesto que las divisiones siempre han estado presentes en él. Davó tiene de su lado a la mayoría de los diputados de su formación (Ferran Martínez, Beatriz Gascó e Irene Gómez) y una sustitución en la portavocía tendría que decidirse en el Consejo Ciudadano .
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