El orgullo de la ciudad

Empezó como una ilusión, un proyecto de complicada viabilidad económica y difícil arraigo social. Valencia, Mediados de los 80 , baloncesto. Por aquel tiempo el Valencia CF no pasaba por su mejor momento, pero daba igual. No importa el momento o la situación, pelee por títulos, levante copas o juegue por no descender, el club de Mestalla siempre será el equipo de la ciudad. A este lado del río, Valencia miraba al basket como un deporte lejano , a pesar de su explosión mediática a principios de aquella década o de las primeras transmisiones de la NBA, el corazón del deporte latía al norte de la ciudad.

Con ese panorama un grupo de valientes, hace ahora 30 años decidieron «tirar para adelante», hicieron camino, pero lo mejor, es la manera en la lo han recorrido. Hoy pasado todo ese tiempo Valencia Basket es una realidad en la élite del baloncesto nacional , con una trayectoria que no exenta de dificultades y duros fracasos se ha distinguido y se sigue significando por la ejemplaridad. Valencia Basket, es un modelo, más allá de los resultados o de sus logros que son muchos, Valencia Basket es un estilo propio , por como gana dentro de la cancha y se implica con su comunidad fuera.

Juan y Fernando Roig , son los primeros nombres que a todos nos vienen a la cabeza como los máximos responsables de lo que es hoy VB y a los que siempre habrá que estar agradecidos, sin ellos no habría nada. Pero sería injusto, olvidar a Toni Ferrer, los hermanos Edu y Pipo Arnau, Toni Egea, «locos por el basket» que un día pensaron que esto era posible, que valía la pena, y lo hicieron...

Voy con asiduidad a La Fonteta, lo hago desde hace más de 25 años, cuando la grada de enfrente de tribuna se montaba sobre la pista de atletismo. Me enganché viendo jugar a Brad Branson o Indio Díaz , dirigir a Salva Díez y ponerlo todo a Sergio Coterón. Hoy el equipo sale a la cancha con una camiseta en la que reza el lema «Cultura del Esfuerzo», no hay mejor patrocino. Siempre quiero que VB gane, pero aunque no lo haga, y cuando abandono el pabellón me voy orgulloso a casa, de sus valores , su estilo, sus principios, de cómo hace las cosas. Valencia puede presumir de su equipo de baloncesto, más allá de sus resultados, ese es su éxito. Algo que no puede hacer desde hace mucho tiempo con otros equipos. Y es que la personalidad de una entidad por encima de estrellas, la marcan sus dirigentes, ¿Se imaginan esta historia con un dueño de Singapur? ¿30 años? Yo no.