Juan Zumalde - VERLAS VENIR
Opinar
«Tengo que buscar una víctima inofensiva. Que no me pueda hacer nada ni por lo personal ni por lo económico»
Dios, ¿ya ha pasado otra semana? Aquí está de nuevo el folio en blanco , las cuatrocientas palabras comprometidas. Y con lo mal que me encuentro, maldita cena picante….
Bueno, no importa . Voy a elegir un tema que mole, que a la gente le interese , que le ayude a resolver alguna duda o algún problema. Voy a opinar sobre…. sobre la atonía del mercado laboral, los bajos sueldos y la precariedad en el empleo. La verdad es que no tengo mucho tiempo para documentarme y he quedado para hacer la compra en el Lidl.
Mejor me voy a lo de la corrupción, que es el tema. Voy a darle hasta hartarme a ese político que se lo merece, por chorizo y por sinvergüenza. Que ya está bien. Pero, claro, no se yo que dirá el editor. De hecho, el otro día le ví hablar amigablemente con él, si, si, con ese que usted está pensando. Además, al salir de su despacho vi que le había dejado un detallito.
Pues no se como voy a solucionar esto porque opinar, que es para lo que me pagan, siempre supone molestar . Porque claro, para dedicar una opinión al halago tiene que haber motivos espectaculares. Sin embargo, de cualquier cosita mal hecha puedo escribir un artículo duro, sangrante, despiadado y demostrar que gran opinador soy. Igual hasta me llaman de uno de esos programas de televisión que bajo la apariencia de debates abiertos van destruyendo carreras políticas y profesionales con o sin motivo.
Pero tengo que buscar una víctima inofensiva. Que no me pueda hacer nada ni por lo personal ni por lo económico. Porque si no asumo muchos riesgos. En fin voy a ir pensando …. Ya lo tengo… bueno tampoco.
Pues me van a quedar pocas opciones. Ya está, voy a poner a bajar de un burro a mi concejal de asuntos exteriores. El motivo, que le he llamado y no se ha puesto ¿quién se habrá creído que es? La disculpa: ya se me ocurrirá algo . Al final es un político y siempre hay por donde darle.
Que aburrimiento. Voy a hablar con el jefe. Esto de la columna semanal me parece demasiado esfuerzo. Si pudiera distanciar más mis opiniones, seguro que serían más interesantes para todo el mundo y, sobre todo, menos estresantes para mí. Con el mismo sueldo y la misma posición en la redacción, por supuesto.
Cuatrocientas palabras. Misión cumplida . Ya he opinado.