Cristina Seguí - El CSEGUÍ

Ya no son la gente

«Unidos Podemos es, sin lugar a dudas, el gran perdedor de la noche electoral»

Imagen de unos simpatizantes de Podemos tomada anoche en Valencia ROBER SOLSONA

Vuelve el bipartidismo y fenece la nueva vieja política. Los 137 escaños del Partido Popular no los preveían ni las mejores encuestas demoscópicas vaticinadas bajo la almohada de Viri y Mariano . El Partido Popular mejoró anoche sus resultados hasta en 14 escaños con respecto a los 123 logrados el 20D. Quizás el único púgil que anoche le disputó la victoria y logró la mayoría absoluta fue la sociedad española, que alzó el brazo y dio el alto al populismo rampante que parece infectar a toda Europa. Fuerte, orgullosa y categórica. Reivindicándose como la auténtica vencedora. Gracias a ella, el populismo programático de Iglesias sólo lidera en el campo del rechazo social. Ahora es el momento de que los líderes de los partidos se enfrenten a sus propios demonios y revisen los daños producidos por la inanición electoral y los 137 escaños de Rajoy. Incluso en la Comunidad Valenciana, donde los de Bonig escalan dos posiciones , y el “sorpasso a la valenciana" se confirma tan ineficiente como el de sus homólogos a nivel nacional una vez que Oltra también se ahogara en su matria populista.

Con 71 escaños Unidos Podemos es, sin lugar a dudas, el gran perdedor de la noche electoral. Esa gran mentira a la que la mayoría social sólo le firmó un contrato de representación en la mente narcisista de Iglesias y Garzón . Ya no son "la gente", porque, entre otras cosas, sus retozos y sus abrazos bucólicos grabados en Sol han sido convertidos en un auténtico bodrio de culebrón. La franquicia del modelo griego y venezolano aliada con el comunismo engominado de Izquierda Unida y el nacionalismo de En Marea, Compromís y En Comú Podem pierde un millón de votos con respecto al resultado alcanzado el 20D sin la adición de los de Garzón. El cisma interno entre errejonistas y partidarios de Iglesias, y que ya fue aplazado previo al 20D, es el mismo al que desde ahora deberá enfrentarse un Iglesias muy tocado por su renuncia al discurso y las políticas posibilistas y transversales que demandaba Iñigo Errejón, quien, desde ahora mismo, socavará tácitamente la autoritas y el liderazgo de Iglesias, quien sin duda alguna debería dimitir. Ahora mismo la sonrisa de Iglesias no tiene nada que ofrecer al suspiro aliviado de Sánchez. Ni siquiera un maldito farol.

Y en similar situación se encuentra Alberto Garzón , que ha firmado la defunción de Izquierda Unida elevando al mismísimo Gaspar Llamazares , que siempre blandió la espada contra la constitución de Unidos Podemos, a la categoría de estadista. Imaginen el nuevo precio de la baratija en la que ahora se ha convertido el PCE. ¿Serán los gamusinos prometidos por Iglesias los que paguen la deuda de 11M de euros que Izquierda Unida acumula con el fisco y con la clase trabajadora que paga de la cesta de la compra su infantilizada gestión?¿o por el contrario será la impresora de billetes de Eduardo Garzón?

Con 85 escaños, el PSOE todavía sigue en pie. Aunque renqueante por la gangrena populista. De una forma tan penosa que ha convertido la pérdida de 5 escaños de los 90 logrados el 20D en un mérito para la formación. Así de hondo era el averno previsto en la enésima apocalipsis que, como en otras ocasiones, tampoco se tragó a Pedro Sánchez. Salvado en esta ocasión por la pérdida de Díaz en Andalucía frente a su enemigo declarado por antonomasia, el PP, quien le saca en la comunidad más de dos puntos de diferencia y no sólo invalida a Susana para pedir rendición de cuentas a Sánchez, sino que a mi juicio la noquea definitivamente para encarnar el nuevo liderazgo y golpe de timón del PSOE desde el populismo zapaterista al centro. Desde el clientelismo podemita al romanticismo felipista. El PSOE ha de buscar un nuevo líder o su mejor opción de cara a su inminente congreso volverá a ser un segundón como Sánchez Castejón. Su suma con Unidos Podemos suma 156 escaños, 13 menos que los de Rivera y Rajoy .

Con 32 escaños, Ciudadanos debería haber entendido el mensaje que le envía el electorado, pero a juzgar por las excusas de Rivera esgrimidas tras la pérdida de 8 escaños con respecto al 20D, mucho me temo que no. Lo único que seguramente tiene claro Albert es que se acabó la cantinela legitimadora de pedir la cabeza de Rajoy y que, sin duda alguna, le ha llevado al requiebro del electorado conservador y que de forma irrefutable constituía el 80% del groso electoral de la formación. Alguien debería arrebatarle a Fernando de Páramo y compañía todos esos manuales de motivación. Albert Rivera debería comprender que no es un coach de pareja ni un animador sociocultural, sino un líder político que hace un año aspiraba a sorpassar al PP y al PSOE para conducir el Gobierno de la nación.

Su última oportunidad será ahora, haciendo valer sus 32 escaños frente a Mariano , y entendiendo el mensaje directo que le envía la sociedad española. Imponiendo, ahora sí, a Rajoy el paquete de medidas reformistas y valientes que debió haberle exigido cuando comenzó su campaña electoral de cara al 20D. Cuando Rivera todavía era un mirlo blanco sobre el que descansaban los ojos del electorado del PP antiRajoy. Antes de pedir la cabeza del líder popular que, guste o no, se ha colocado con el dedo índice frente a los novatos, los Évole y los vendehumos rutilantes de plató de televisión, para darles sopas con ondas y decirles " Fillos míos, por aquí sí, e por aquí non".

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