No me da la gana

No me da la gana callar ante la dictadura de los mediocres. No, no me da la gana. No me da la gana que me impongan y coarten. No me da la gana que se premien a unos ciudadanos y a unas empresas sólo porque usen el valenciano, discriminando así de una manera surrealista, a quienes tienen el derecho de utilizar el español en un territorio de España. Tampoco me importa que rotulen en chino, inglés, alemán, ruso… mi tolerancia y respeto va más allá. A Dios gracias he publicado muchas veces artículos de historia en valenciano, hablo en valenciano cuando me apetece –que es mucho durante el día- y probablemente mi nivel de la lengua de nuestra Comunidad sea mejor que el del mequetrefe al que se le ha ocurrido vetar a las pequeñas y medianas empresas que liciten en concursos del consistorio de Valencia, que usen el castellano y no el valenciano. ¡Cuánto libro por leer! ¡Cuánto odio e ignorancia! ¡Cuánta miseria intelectual!

Por experiencia advierto a estos papanatas de la lengua, que todo lo que se impone se acaba detestando. Con la nueva oficina de vigilancia para el uso del valenciano y las demás memeces en este sentido, Compromís quiere evocar épocas pasadas y no de España precisamente, sino de Alemania… Estimados políticos de Compromís, ustedes se han convertido a sí mismos, en ciudadanos de segunda . Huyan a Cataluña y déjennos en paz. Como consejo, tres cosas: libertad, libertad y libertad.