Alberto Caparros - CRÓNICAS SABÁTICAS
Mónica Oltra, entre el caso Gürtel y el caso de Leo
«La honradez resulta un valor exigible a cualquier responsable público. A los de ahora y a los anteriores»
Martes, 23 de febrero de 2018. 17,36 horas. Salta una notificación en la cuenta de Facebook de Mónica Oltra . Es la carta de la madre de Leo , un niño autista de cinco años matriculado en un colegio público de la ciudad de Valencia en el que el Gobierno autonómico no ha cubierto desde mediados de diciembre la plaza de educador especial. La madre que se dirigía a la vicepresidenta de la Generalitat y consellera de Políticas Inclusivas tuvo que recoger a su hijo «cubierto de heces y descalzo» en el patio. Para lo bueno y para lo malo, Mónica Oltra es la cara del actual Ejecutivo valenciano. La referencia para los ciudadanos.
En el guión de la semana de Compromís, el partido que prometía «rescatar personas», estaba anotado en letras mayúsculas el caso Gürtel, pero no el de Leo. Cuestión de prioridades. El mismo día que Ricardo Costa declaraba en la Audiencia Nacional, ABC informaba de la situación del niño autista desamparado en un colegio público de la ciudad de Valencia. El trabajo periodístico de Ade Palomar removió conciencias. Cientos de miles de personas se interesaron por una información que se situó como la más leída del día en la edición digital del periódico.
Mientras Leo y sus compañeros con necesidades educativas especiales seguían el miércoles sin educador y sin respuesta del Consell, la hoja de ruta de Compromís pasaba por elevar a las Cortes una propuesta de reprobación a Francisco Camps sin efectos prácticos. Solo del expresidente de la Generalitat depende dejar el Consell Jurídic Consultiu. Un debate, lícito en la batalla política, que poco importa a los niños y a las familias de los 37 colegios valencianos que, a día de hoy, 28 de enero de 2018, no tienen cubierta la plaza de educador especial.
«Somos un Gobierno honrado» . El titular de Oltra en las televisiones nacionales -que no se interesan por la situación de desamparo de los niños de Valencia que no tienen un educador que les asista- no resulta discutible. La honradez es un valor exigible a cualquier responsable público. A los de ahora y a los anteriores. El que haya cometido algún delito debe ser condenado. Y el que robe dinero público, devolverlo a los contribuyentes. Para determinarlo están los tribunales. La Audiencia Nacional está ahora mismo en ello con el caso Gürtel.
Compromís hace bien en hurgar en la herida del PP que tan buenos réditos electorales le deparó en 2015. Pero ahora gobierna para las personas que, como el pequeño Leo, dependen de las decisiones de la Administración. Por lo pronto, las informaciones de este periódico han propiciado que la Conselleria de Justicia mueva ficha y el próximo jueves intentará cubrir una veintena de plazas de profesionales de Educación Especial. La opinión de Mónica Oltra sobre el caso Gürtel la conocemos de sobra. Hay una madre que todavía hoy sigue esperando a saber qué piensa del caso de Leo.