ENTREVISTA 25 ANIVERSARIO ABC
Miguel Valor: «Las formas de los políticos no son las de antes, son continuos los enfrentamientos»
Tras ser diputado, alcalde y otros cargos públicos, se vuelca en la gestión cultural
Con una perspectiva mucho más amplia que la de los 25 años de esta serie de entrevistas, Miguel Valor atesora experiencias en el ámbito político desde bastante tiempo atrás y ahora emprende el «gran reto» de relanzar un legado y un vivero de actividad como el de la antigua Obra Social de la CAM , ahora desde la Fundación Caja Mediterráneo. Y no es fácil, puesto que cuando existía la entidad bancaria «se llegó a contar con un presupuesto de 75 millones de euros y en la actualidad tiene tan solo cinco y una plantilla de 48 empleados », que se ha querido mantener, tal como relata este nuevo representante y gestor recién llegado.
«Comparto ilusiones con los patronos de la fundación para que este territorio tenga una programación estable y beneficie a los sectores sociales, la cultura y relacionados con el medio ambiente de ambas comunidades, la valenciana y la murciana », resume Valor.
«La obra social de la antigua CAM llegó a contar con un presupuesto de 75 millones de euros y ahora tiene cinco y una plantilla de 48 empleados»
Miguel Valor
A él le apasiona especialmente la esfera cultural , no en vano ha ejercido como diputado provincial y concejal de este departamento, en tre otros cargos públicos, y ahora afronta su gestión de forma «desinteresada», cuando ya tenía casi un pie en la jubilación y le rescató su amigo Matías Pérez Such para la Fundación Caja Mediterráneo. A Valor le parece que la cultura ha evolucionado mucho en estos años y, como muestra, menciona que la ciudad de Alicante ha pasado de no tener ningún museo a tener media docena : el Marq, el Mubag, el Maca, el Museo del Agua, Las Cigarreras y los Refugios Antiaéreos. En cuanto a los medios materiales con los que cuenta para la vertiente más ecologista de sus nuevas responsabilidades, cita a los centros medioambientales de Buñol (Valencia), Crevillente (Alicante) y Los Molinos, en Murcia.
No obstante, por la coyuntura actual, «el momento lo demanda más que nunca» se van a volcar en las tareas sociales y ya han iniciado contactos con ayuntamientos como el de Alicante y con la Universidad de Alicante para dar asistencia a familias desfavorecidas.
Crispación
«Los modos de tratarse, las formas de los partidos políticos no son los de antes, los enfrentamientos son continuos y yo que soy un hombre de consenso echo en falta más diálogo y que se trabaje más por el pueblo y menos discusiones que no llevan a nada», opina como observador externo del clima reinante, en el que él está considerado un rara avis por su actitud conciliadora y dialogante tanto por sus compañeros del PP como también por adversarios de otras formaciones.
«Me lo han reconocido todos y, de hecho, tengo amigos en todos los partidos », comenta orgulloso, con el recuerdo aún fresco de la última comida de despedida con los concejales alicantinos, muy emotiva. Lo que no quita para que en algún momento hiciera valer su autoridad con firmeza: «Al principio, uno de mis primeros días como alcalde, avisé de que iba a expulsar a dos concejales, uno del PP y el otro de Guanyar , pero hablé con los dos y se arregló el conflicto».
Aunque añora aquellas épocas pretéritas, décadas atrás, de más cordialidad entre los partidos, Valor también reconoce algunos progresos: «Ahora la política está más profesionalizada», y al rememorarlo revela que él era en sus inicios era en realidad inspector de seguros con la política únicamente como un «hobby».
«Uno de mis primeros días como alcalde, avisé de que iba a expulsar a dos concejales, uno del PP y el otro de Guanyar, pero hablé con ellos y se arregló el conflicto»
Miguel Valor
Y también aprecia ciertos puentes entre personas concretas de su entorno, no necesariamente de la misma ideología, por ejemplo, ve una «sintonía total» entre su presidente en la fundación, Matías Pérez Such , y el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarr i. Igualmente, define a su sucesos como concejal de Cultura, Daniel Simón (Guanyar), como un «buen amigo, un hombre de la cultura, que lleva muchos años organizando eventos» y con quien confía en «colaborar» pronto, aunque ambos utilicen «fórmulas diferentes» y él prefiera un concejal que «decida» en lugar de escuchar siempre a otros y «eternizar» proyectos .
Como en la actualidad tiene nuevos horizontes y perspectivas ante sí, este veterano alcoyano deriva la conversación hacia la actividad de la Fundación Caja Mediterráneo, después de que su mujer casi lo echara de casa -es un decir- porque al verlo jubilado le encomendó que tenía que hacer lo que fuera para mantenerse activo. «Y si con lo que más disfruto es con la cultura, qué mejor que implicarme en lo que queda de aquella Obra Social de la CAM, una gran pena que no pueda continuar con lo que fue». Y le vienen a la memoria los orígenes de aquella entidad, una docena de cajas de ahorro en uno de los «entramados de ahorro» más importantes de España, la Caja del Sureste, Monte de Piedad de Alcoy o las entidades de Orihuela o Novelda, entre otras.