Al menos, ponedle el azul

À. y se pronunciará “A Punt”, no había otro nombre. Había que tomar uno calcado a un eslogan del independentismo catalán para denominar a la nueva RTVV, “la nostra”. La explicación, tan patética como triste. Que si la A es el comienzo de todo, que si la numerología está agotada, que si la susodicha vocal está en el nombre de las tres provincias de la Comunidad. Les falta defender el tema con que si Albelda fue mejor 6 mejor que Mendieta. Lo que no nos han explicado es que si no hay marcha atrás, la nueva Canal 9 tendrá un nombre registrado por la Asamblea Nacional Catalana, una entidad de carácter civil que impulsa la independencia de Cataluña. Casi nada. Como no había mucha tensión con la puesta en marcha del ente autonómico y el nombramiento de la nueva Directora General pues nada, un poco más de tormenta para agitar el tema. Queremos y necesitamos una televisión autonómica, nos la merecemos, pero no a estos precios. Con el camino que queda por delante cuantas menos piedras pongamos en el camino mejor. Habían 82 propuestas para la nueva denominación. Se ha ido a elegir la que políticamente es menos correcta. Un error, una provocación o una puntería como jamás se vio. Se está a tiempo de enmendar. Se debería hacerlo. Sólo espero, que al logotipo, para el que se abre ahora otro concurso alguien le diga al “técnico” que por favor, ponga el azul . Si el éxito es el mismo que para elegir el nombre, nos ponemos a temblar ya, y eso que llevamos adelantado.

El Tripartito a lo suyo, defiende la denominación y saca en su defensa a los técnicos. PP y Ciudadanos ya han pedido se reconsidere el tema. Mientras los ciudadanos asistimos atónitos a la puesta en marcha de una Radio Televisión pública que iba a ser la más plural e independiente de la tierra y que hasta el momento está demasiada y peligrosamente orientada al norte .