Solidaridad
Más de 500 valencianos en busca de comida: la cola del Banco de Alimentos que no quiere ver Ribó
La entidad benéfica continúa su labor pese a que este mes expira el convenio que no renovará el Ayuntamiento de Valencia
Un año después de que el alcalde de Valencia, Joan Ribó , se hiciera con la vara de mando con la promesa de «rescatar personas» más de quinientos vecinos de la ciudad que gobierna formaban ayer cola para recibir un lote de víveres del Banco de Alimentos , la entidad benéfica a la que el Ayuntamiento no le va a renovar el convenio de colaboración.
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En una entrevista concedida a ABC , Ribó justificó la cancelación de la ayuda al Banco de Alimentos: «Queremos hacer respetar derechos y el de alimentación no es una limosna. No nos gusta que se hagan colas, que te toque arroz o lentejas aunque no te gusten» .
La cola que no quiere ver Ribó se formó anoche en Valencia una vez más. No había arroz ni lentejas. Los voluntarios del Banco de Alimentos repartieron pollo asado, arroz con leche, gelatinas y pan de molde. Los responsables de la organización explicaron que el día 22 de junio se efectuará el último reparto en el local municipal que dejará de prestarles el Ayuntamiento , pero continuarán con su labor solidaria.
El 5 de julio habrá otro reparto en la calle Quart , justo a espaldas del Jardín Botánico que dio nombre al pacto de gobierno en la Generalitat suscrito entre PSPV, Compromís y Podemos bajo el lema de «rescatamos personas».
El actual convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Valencia y el Banco de Alimentos, que incluía la sede y una ayuda de 85.000 euros, estaba vigente desde julio de 2014. Dicho convenio se prorrogó por un año en 2015, y expira este mes.
Este martes, al caer el día, más de medio millar de personas volvieron a formar una cola en busca de víveres con los que poder pasar unos días. Tienen preferencia aquellos viven en la calle , lo que disponen de menos recursos. Luego les toca a las familias que se inscriben para el reparto porque no llegan a fin de mes.
Al reparto acuden todo tipo de perfiles. Españoles e inmigrantes. Jóvenes y ancianos. Según Ribó, el nuevo planteamiento del equipo de gobierno municipa l es que, «en cada uno de los doce centros de servicios sociales con los que cuenta el Ayuntamiento en la ciudad, repartiremos tarjetas para que cada persona pueda acudir a un supermercado a comprar lo que quiera. El Banco de Alimentos no respetaba eso y, además, la mayor parte de la subvención iba a pagar nóminas».
El Ayuntamiento defiende que el presupuesto para ayudas de emergencia ha aumentado este año un 41,6 por ciento, hasta los 5,21 millones de euros. En pleno mes de junio, los necesitados siguen recurriendo al Banco de Alimentos.
El gobierno de Ribó recalca que « será la propia Administración, a través de los centros de Servicios Sociales , la encargada de atenderlos y realizar una intervención social que dignifique su atención sin hacer colas en el Banco de Alimentos».
Siempre según el Consistorio, «se pretende que los ciudadanos sean los agentes de su propio cambio sin que sean esclavos de una ayuda paternalista ».