Maruxa Duart - Tribuna libre

¿De dónde surge la leyenda negra y el odio a España?

«Bulos que historiadores y nacionalismos ingleses y otros o periféricos españoles inventan y promueven»

¿De dónde proviene la leyenda negra española? ¿Quién la promueve y por qué? ¿Cómo se gesta cualquier leyenda negra? ¿A qué intereses responde? ¿Por qué alguien inventa leyendas negras? Normalmente son encargos a quienes las vísceras y pecunios de quienes toman la pluma dependen y obtienen mercedes varias y prestigio.

Los historiadores ingleses son poco dados a criticar su historia a diferencia de los historiadores españoles. Inglaterra es considerada en nuestros libros cuna del parlamentarismo, sin embargo, poco se conoce “Los Decreta de León”, escritos en 1188. Un “corpus documental”, el más antiguo europeo , que se remonta a la España medieval, redactado durante el reinado de Alfonso IX.

Los ingleses, como holandeses, franceses o norteamericanos suponen, inventan o imaginan, en su imaginario individual y colectivo, que su imperialismo ha sido bueno , y el del resto, malo. Intereses e imaginarios bombardean al otro, a aquel que supone una amenaza a sus intereses económicos o territoriales, al que se pretende hundir y a ser posible exterminar o explotar. Sin embargo, algo que no se cuenta del imperio británico en las universidades y escuelas españolas, tiene que ver con la década de los cincuenta en Kenia, de torturas y asesinatos.

Tampoco se habla en universidades, escuelas, ni debates televisivos, como antaño, de los asesinatos de ETA y de cómo hoy sus autores siguen en la política y son la gobernanza en Euskadi y el por qué. No se cuestiona en universidades y escuelas aquello popularmente mal aceptado, esparcido bulo, engañoso y mal intencionado , peyorativo, distintivo y nada constructivo, desde los comienzos de la democracia en España por nacionalistas independentistas catalanes y aledaños, de aquello que en la Comunidad Valenciana se escucha: “El mal que ve de Almansa, a tots alcança” y otras chácharas, paliques, facundias superfluas malintencionadas, con motivo de hollar, pisar, humillar, contravenir o atropellar a territorios y ciudadanía con el vil sentido de sacar réditos, favores, prebendas fiscales y económicas sin fin; así como escarnecer las voces que quiebran el populismo segregacionista e injusto que propician y aventan.

No se habla en nuestras universidades y escuelas de la manida pérdida de la ultraconservadora carlista, ni de la modernidad de Felipe V , medido en el tiempo, a colación de la frase o sin ella, ni del enfrentamiento entre territorios españoles que nada tenían que ver con sus gentes en cuestiones de gobernanza y estado; todo tiene sus tintes, intereses y defensas, sino de los buenos carlistas o malos borbones. Nada se dice de la esquizofrenia que sumía en ocasiones a Felipe V, cosa que le obligaba a hallarse ausente del campo de batalla y de la administración como ocurrió en el sitio de la ciudad de Xàtiva donde franceses e ingleses derrocaron la ciudad en su combate por conseguir el trono español. Nada se cuenta de que una vez más a raíz de interés foráneos, ingleses y franceses y de ciertos oportunistas mandamases territoriales, ventajistas, codiciosos desaprensivos, como a veces ocurre en política. Los ejércitos franceses y de los ingleses involucrados con sendos intereses en la causa de sucesión española, destruyeron y quemaron ciudades.

«No se habla en nuestras universidades y escuelas de la manida pérdida de la ultraconservadora carlista, ni de la modernidad de Felipe V»

El enfrentamiento que se producía en España se debía a intereses que nada tenían que ver con sus ciudadanía, gestión o bien común, pues la contienda se hallaba entre la rivalidad de los partidarios de Carlos II el hechizado de la dinastía de la casa de Austria, y la causa de los borbones por acceder al trono español. Todo ello tenía que ver con los intereses imperialistas y colonizadores de sus países de origen, ingleses, franceses, belgas, holandeses, etc., del miedo a que Francia, en este momentos de expansión, obtuviera más poder en España en detrimento de Inglaterra, Bélgica, Holanda y otros . De ahí que nada se hable de la esquizofrenia de Felipe V que le sumía meses y meses en una severa depresión por la que apenas salía ni atendía las funciones de gobierno que en esos lapsus ejercieron sus dos mujeres que al parecer aguantaron su incontinencia sexual, y a las que, rara avis entre monarcas, Felipe V fue siempre fiel.

«El enfrentamiento que se producía en España se debía a intereses que nada tenían que ver con sus ciudadanía, gestión o bien común»

Se ha dado por sentado, en más de tres lustros, la versión única de los nacionalistas independentistas. Habrá que analizar el porqué de que la izquierda haya asumido como cierto e incuestionable estos bulos, tópicos dañinos que a ningún ciudadano favorecen excepto a los ultranacionalismos periféricos. El talante utilizado por éstos radica en la malversación de las premisas de Maquiavelo : “Todo vale para conseguir el fin”, un fin, en este caso, económico, personalista, ególatra, injusto, mediocre, soberbio y ridículo como el de un totalitario cualquiera desde el comienzo de los tiempos.

A los intereses encontrados internacionales se suman los nacionales, cosa urgente a la que habría que poner fin. La frontera de los pirineos es codiciosa para los nacionalismos independentistas pues supondría un cuello de botella por el que tendrían que pagar el resto de territorios españoles obligados a su pernicioso arbitrio y conveniencia.

Nuestros libros no hablan de la reina María Tudor , hermana de la reina Isabel, hija de Ana Bolena y del corta cabezas Enrique VIII, e hija de Catalina de Aragón, (esta última hija de los reyes católicos). ¿Por qué y quién evita hablar de Catalina de Aragón? Acaso los libros ingleses y sus películas no citan a Isabel de Inglaterra, a su reina actual o a Ricardo Corazón de León, por más datos, tío de …

¿Por qué nuestros libros escolares o los ingleses no citan a los amigos de la española reina de Inglaterra Catalina de Aragón y su relación con el humanista Erasmo de Roterdam , el valenciano Luis Vives o Tomás Moro quién perdió la cabeza por defender a su amiga la reina por el “corta cabezas, Enrique VIII ? Este guillotinó a dos de sus cuatro esposas, entre ellas a Ana Bolena , madre de Isabel y hermana de Mª Tudor . El ejercicio de decir la verdad es incuestionable en una sociedad sana.

«A los intereses encontrados internacionales se suman los nacionales, cosa urgente a la que habría que poner fin»

Hoy se sabe que los rebeldes Mau Mau fueron torturados y sometidos a vejaciones, que los hombres eran castrados, que se les metía arena en el ano y que las mujeres eran violadas después de introducirles agua hirviendo en la vagina, aunque esto no se diga ni difunda.

Los campos de concentración son algo relacionado para la mayoría de la población con los nazis, no con los británicos , pero los sudafricanos británicos apoyaron el apartheid o miraron para otro lado al igual que los holandeses. En las guerras anglo-boers, en los campos de concentración, morían hermanas, tías y miles de personas hacinadas y asediadas por las enfermedades, especialmente mujeres y niños que eran los allí encerrados.

La Leyenda negra española que, como recuerda Vicente Boisseau , “fue promovida principalmente por Inglaterra y los Países Bajos para justificar sus objetivos políticos y económicos contra España”.

Los británicos, en los Estados Unidos , exterminaron a los “piles rojas”, al igual que hicieron holandeses o franceses. La excusa, un sentimiento de superioridad, convicciones de la época y la antropofagia que practicaban los indígenas. ¿Cómo?, con los medios de comunicación del momento: los indígenas eran los malos. Sin embargo, la Leyenda negra se atribuye inequívocamente a España. Lo peor es que hoy los nacionalismos periféricos apoyados más o menos de manera visible como antaño por esos mismos estados esgrimen hasta el hartazgo y conseguir la destrucción de España con las mismas argucias, por lo de siempre, mientras sacar réditos, y beneficios económicos.

En 1598, en algún lugar de Inglaterra se definía a los españoles como una mezcla de voraces lobos taimados y rabiosos tigres, inmundos puercos, pavos reales, etc. La propaganda antiespañola tenía como telón de fondo las ansias coloniales de los rivales de España.

Los estereotipos de la leyenda negra, falseados, han sido traspuestos al cine británico y al estadounidense reproduciendo el mito de la causalidad de la acción de la Armada inglesa en el hundimiento de barcos españoles en 1588.

¿Por qué España esté dispuesta a autodestruirse en manos de las minoritarias sectas aprovechadas vasca y catalana mayoritariamente, una nación que enlazó los dos mundos con “el descubrimiento de América”, que sufragó la primera vuelta al mundo de Elcano, que tuvo aportaciones como la Escuela de Traductores de Toledo y el descubrimiento de los clásicos y vio nacer a personajes como Isidoro de Sevilla?

¿Por qué y cómo la propaganda antiespañola procedente de otros países se instaló en el imaginario colectivo patrio y europeo? Muy al contrario en sus crónicas de viajes La condesa de Aulnoy (1651–1705) , París, aboga por la nobleza y valentía de los españoles, capaces de dar su vida por aquello que creen.

«Los estereotipos de la leyenda negra, falseados, han sido traspuestos al cine británico y al estadounidense»

Podemos comenzar hablando de la Inquisición inglesa, la francesa fue la primera con Guy, a finales del siglo XVI o la esperpéntica atribución a España por la Universidad Collegue London de que los españoles que colonizaron América tuvieron la culpa de la Pequeña Edad de Hielo que vivió la Tierra tras el final de la Edad Media y hasta casi acabado el siglo XIX.

Los malos, execrables, injustos, dolientes, penosos, siempre son los mismos cuando el aparato de propaganda tiene alas. Eso pasó con la “Leyenda negra española” tejida subpreticiamente con el objetivo de deteriorar la imagen y el poder de España dentro y fuera. La caja de resonancia inglesa seguida de la belga u holandesa radiaba con gran eco una falsa leyenda.

Habría que dar a conocer en aforos universitarios y escuelas la crueldad a niveles genocida que estos países realizaron en sus áreas de influencia en los siglos XVI, XVII y XVIII . Si es cierto que los españoles cometieron tropelías en la conquista de América, en el caso de los ingleses la mortandad bien podría calificarse de matanza. Antes de la llegada de los ingleses a América, existían allí civilizaciones bien estructuradas forjadas a través de siglos. Sin embargo, los ingleses no poseían a la vista de los conquistadores la consideración humana por lo que debían ser literalmente exterminados.

No sólo postulaban ello presidiarios desalmados, sino que Drake o Cook se mostraban de acuerdo con el exterminio. Era la abotonada uniformada Inglaterra quien por su oposición a un mestizaje con los subhumanos los liquidaba. No lejos de estos parámetros quedaban Australia o EE.UU . No hace falta decir que el mestizaje ocurrió en el caso de los españoles por su humanidad, concepción del mundo y de las relaciones humanas e integridad. Inglaterra abusó y actuó arbitrariamente, pues no contaba con un Fray Bartolomé de las Casas o una reina Isabel que evitó las tropelías a los indígenas saliendo al paso afirmando que los indígenas eran súbditos suyos y decretando Las Leyes de Indias. El salvaje saqueo, expolio y el apalizamiento a millones de indios o aborígenes por parte de una cultura que se llevó a cabo por una Inglaterra que se llamaba a sí misma civilizada hade ser estudiado en universidades y escuelas. Habrán de estudiar y reflexionar nuestros escolares el hecho de que en la India, tras más de dos siglos de dominación británica, la esclavitud era generalizada al arrebatar a los aborígenes las tierras fértiles, y que los largaron a zonas áridas del interior donde murieron de mala manera. En ningún momento se permitió a los oriundos locales competir con productos ingleses en los mercados internacionales hasta la llegada de Gandhi .

«Es ineludible el que los educandos sepan, entre otras, que Inglaterra, en sus hazañas africanas despojaron de nombre, identidad, dignidad y libertad a millones de esclavos castrados»

Es ineludible el que los educandos sepan, entre otras, que Inglaterra, en sus hazañas africanas despojaron de nombre, identidad, dignidad y libertad a millones de esclavos castrados, encadenados, sin el mínimo derecho, procedentes de los puertos de Senegal y Guinea hacia las plantaciones del Caribe, Norteamérica y Sudamérica. Estas acciones de inhumanidad flagrante eran la obra de los que imputaban a España la famosa Leyenda negra. Es probable que bastantes de nosotros podamos sentir vergüenza sobre algunos aspectos de nuestra conquista allende los mares. La esclavitud en Potosí, la explotación en las encomiendas, pero al menos se tenían unas claras y expeditivas leyes.

Los hispanistas ingleses y belgas son parte interesada desde antiguo . Su hacer tiene que ver con el periodo de máximo esplendor del imperio español. El antiespañolismo ha sido y es utilizado para mermar a España con conflictos de toda índole a escala internacional, económicos, zonas de influencia e intereses nacionales periféricos, con el objetivo de mermar la nación y los intereses de los ciudadanos en provecho propio. ¿A quién beneficia? no a España ni a su ciudadanía que se ve continuamente hostigada y moneda de recambio para ofrecer privilegios y mercedes a pequeños territorios nacionales que se benefician en exclusiva y en detrimento del resto mayoritario de territorios y ciudadanía en general.

«El objetivo no era otro que la apropiación de un territorio y de unas tierras varias veces mayor que Europa»

El espíritu aventurero de cualquier emprendedor soñador nada tiene que ver con los esquilmadores arrogantes y crueles. En el caso de Bélgica , esta acentuó la discriminación racial con los africanos. Los colonizadores del continente propagaron el engañoso bulo teorizando sobre que el africano era un sujeto irresponsable y, por tanto, alguien que no podía poseer titularidad sobre su tierra. El objetivo no era otro que la apropiación de un territorio y de unas tierras varias veces mayor que Europa .

Toda esta misión “colonizadora, civilizadora” contra las razas consideradas inferiores podría pensarse que son la antesala del nazismo, algo que tendría que hacernos pensar en la actitud de los dirigentes y ciudadanos del País Vasco o de Cataluña , amén de algún que otro territorio con ínfulas independentistas pedigüeñas, anómalas e insolidarias.

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