Alicante
El marinero de la Armada acusado de violar a una compañera: «Mi único delito fue faltar al respeto a mi mujer»
El soldado ha reiterado su inocencia entre lágrimas: «Soy incapaz de hacer daño a una mujer. Yo no soy así»
"Soy incapaz de hacer daño a una mujer. Yo no soy así", ha señalado entre lágrimas el marinero de la Armada acusado de violar a una compañera en octubre de hace cuatro años.
Víctor Enrique L.A., juzgado por, presuntamente, violar a una compañera de filas en el buque castrense "Contramaestre Casado", ha reiterado hoy su inocencia y ha asegurado que su "único delito" ha consistido en "faltarle el respeto" a su esposa .
El marinero ha hecho ese alegato al hacer uso de su derecho a la última palabra en el juicio que se sigue contra él por esta causa en la Sección Primera de la Audiencia de Alicante , que ha quedado visto para sentencia.
La investigación y el enjuiciamiento de este presunto delito recayeron en la Justicia ordinaria, a diferencia de casos similares, que han sido tramitados por tribunales militares.
La fiscal ha mantenido su petición inicial de 7 años de cárcel para el soldado por un delito de agresión sexual, mientras que la acusación particular, que ejerce la víctima, ha elevado la solicitud de pena a 10 años y a una indemnización de 30.000 euros mientras que la abogada de la defensa ha defendido la libre absolución.
Los hechos sucedieron el 27 de octubre de 2014 cuando el "Contramaestre Casado" se encontraba anclado en el puerto de Alicante con motivo de unas maniobras.
Las acusaciones sostienen que Víctor Enrique L.A. se introdujo de madrugada en la litera donde dormía la víctima, en la cubierta femenina de la embarcación, y la forzó sexualmente.
Durante la primera sesión del juicio, celebrada a puerta cerrada el pasado 3 de octubre, el militar admitió esas relaciones, pero matizó que habían sido plenamente consentidas por la víctima, con la que había estado tomando unas copas poco antes junto a otros compañeros.
Ella ratificó, en cambio, su denuncia y manifestó ante el tribunal que su compañero la había penetrado vaginalmente por la espalda, tras aprisionar su cuerpo contra una pared.
A consecuencia de esta supuesta violación, la perjudicada sufrió un trastorno adaptativo por el que ha necesitado tratamiento psiquiátrico.
El presunto violador ha reiterado hoy entre lágrimas que es inocente y ha dicho no entender los motivos por los que ha acabado sentado en el banquillo de los acusados.
"El único delito que cometí fue faltarle el respeto a mi mujer, que me ha perdonado. Lo juro por mis dos hijas. Es el mayor error de mi vida. Soy incapaz de hacer daño a una mujer. Yo no soy así", ha señalado.
Previamente, había declarado en esta misma sesión un testigo, un cabo primero al que la chica relató esa misma mañana, "muy nerviosa y alterada", que el soldado había abusado de ella.
Tanto la fiscal como la abogada de la víctima han alegado en sus respectivos informes que las relaciones sexuales no fueron consentidas y que el procesado utilizó la fuerza para obtener sus propósitos.
"Él decidió lo que ella quería y lo ejecutó sin su consentimiento. Llegó al buque preguntando dónde estaba la de gafas porque quería follar , como dijo un testigo", ha precisado la fiscal.
Por su parte, la letrada de la acusación ha aseverado que no se puede "exigir un comportamiento heroico" a la víctima de una violación y ha tildado al procesado de "auténtico depredador sexual".
Por el contrario, la abogada defensora ha recordado que otra marinera se hallaba en el momento de los hechos en los camarotes, "a apenas dos metros de ellos", y que no apreció signo alguno de la comisión de una agresión sexual.