Economía

Lladró pone fin a 64 años como empresa familiar

Sodigei ha aceptado la oferta de compra del grupo PHI de la totalidad de las acciones

Imagen de la sede de Lladró en la localidad valenciana de Tavernes Blanques ROBER SOLSONA

A. C.

Adiós a 64 años de una de las empresas familiares más emblemáticas de España. Lladró ha celebrado este jueves en su sede de Tavernes Blanques (Valencia) la junta extraordinaria de accionistas convocada para decidir sobre la venta de la compañía, en la que se ha aceptado la oferta de compra del Grupo PHI Industrial.

La junta general de accionistas de Sodigei ha aceptado la oferta de compra de la totalidad de acciones de la empresa de porcelanas Lladró S.A realizada por el grupo PHI Industrial tras valorar su «firme voluntad, expresada por el propio grupo inversor, de asegurar la continuidad de la marca».

Según un comunicado de la empresa, se ha aceptado la venta tras «valorar la propuesta» y considerar que PHI Industrial es un inversor «altamente especializado que valora a los artesanos y gestores de la compañía como el activo que son».

Además, porque tiene como objetivo « transformar el negocio y restablecer la rentabilidad de la empresa , para de esta forma garantizar su viabilidad, siempre con un enfoque en la creación de valor a largo plazo».

«Una alternativa profesional y sólida para restablecer la rentabilidad y asegurar la continuidad y el progreso de la compañía», afirma la empresa en el comunicado.

Diez años de caída en picado

La operación de venta se enmarca en el proceso que Lladró comenzó hace unos meses con la búsqueda de compradores e inversores. La empresa había intentado capear el descenso de la facturación, que en el ejercicio 2015 cayó un 7,4 por ciento hasta los 34,9 millones de euros, muy lejos de sus registros históricos que superaban los 180 millones.

Con todo, la empresa comenzó a caer en picado hace diez años. A finales de 2012 abrió una tienda en Manhattan con el objetivo de reactivar su negocio internacional, pero no surtió el efecto deseado y sus ventas han caído a la mitad desde entonces.

En los últimos años la prestigiosa marca ha llevado a cabo varios ajustes de plantilla, el último en el periodo 2014-2016 que afectó a un 30 % de la jornada laboral , y a principios de este año negoció la salida de trabajadores para atenuar las consecuencias de la extinción de contratos.

Sin embargo, el ajuste no ha sido suficiente para atajar la crisis de la compañía, que se ve abocada a una venta.

La junta de accionistas fue convocada con un primer punto en el orden del día de aprobar y autorizar la venta de las acciones de Lladró SA, en manos de los hermanos Juan, Vicente y José Lladró.

Juan y sus tres hijas (Ángeles, Mari Luz y Rosa) poseen el 70 % de las acciones de Sodigei, y los otros dos hermanos, José (y sus dos hijas) y Vicente (y sus tres hijos), se reparten el 30 % restante a partes iguales.

La oferta principal es la del Grupo PHI Industrial, que propone transformar el negocio y restablecer la rentabilidad de la empresa , para de esta forma garantizar su viabilidad, siempre con un enfoque en la creación de valor a largo plazo.

Alexander Wit , socio de PHI, señaló al hacer pública la oferta de compra, que el Grupo PHI, inversor industrial especializado en la gestión activa de empresas ofrece «compromiso a largo plazo con las empresas y sus equipos, experiencia y capacidad financiera».

Según añadió, la intención es mantener la historia y el carácter valenciano de la marca Lladró , su fábrica, sus artesanos, y trabajar en la potenciación de la proyección internacional.

A la oferta del Grupo PHI se sumaba una segunda opción de compra, presentada por la rama de José Lladró , que fue incluida como cuarto punto del orden del día de la junta para la «Consideración y propuesta de inversor alternativo para la toma de una participación mayoritaria (pero no del 100 %) de la mercantil Lladró, SA».

Sodigei remitió un comunicado a los trabajadores, cuando se hizo pública la convocatoria de la junta de accionistas, para intentar tranquilizar sobre la venta como un proceso dirigido a asegurar la viabilidad de Lladró, donde trabajan unos 700 empleados tras los sucesivos ajustes de empleo emprendidos a lo largo de los últimos años.

La histórica compañía, que dispone de tiendas en todo el mundo, no ha resistido el impacto de la crisis en el segmento de los productos de lujo y se ve abocada a una venta para «garantizar la viabilidad» de la empresa. En sus mejores tiempos, Lladró llegó a disponer de una plantilla de 2.650 trabajadores .

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