Toni Subiela - Peus de Plom

La kryptonita de la corrupción

«¿Dónde está el cambio prometido? ¿Es menos presunta la corrupción de la izquierda que la de la derecha?»

Entic Morera, Ximo Puig i Mònica Oltra, en las Cortes ROBER SOLSONA

Sólo en la Comunitat Valenciana cada ciudadano, tenga la edad que tenga, ha pagado en impuestos cerca de tres mil euros que se han perdido en los bolsillos de algún sinvergüenza o han servido para pagar lujos y dispendios megalómanos de ese mismo sinvergüenza o algún amigo suyo. En el caso de mi familia, que somos cuatro miembros, serían doce mil euros, que no vean lo bien que me hubieran venido tenerlos en nuestra cuenta bancaria en algún momento. Nuestro actual coche lo podríamos haber pagado al contado, por ejemplo, pero por desgracia nos quedan más de tres años de cuotas por pagar.

Si a los casos de corrupción genuinamente valencianos les sumamos los andaluces, los catalanes, los madrileños y los gallegos, que también pagamos como españoles que somos, la suma ya no es que maree, es que cabrea y mucho. Por eso no es entendible que algunos partidos políticos no muestren el compromiso que deberían en la lucha contra la corrupción, burlándose de todos aquellos abnegados ciudadanos que pagan sus impuestos con esfuerzo y más de un apretón de cinturón.

Los tres partidos que conformaron el pacto de Botànic (PSPV, Compromís y Podemos) prometieron y juraron el cambio del mundo mundial. Nos quisieron vender que jamás volveríamos a avergonzarnos por ver imputado a un político valenciano, pero la promesa se quedó en eso, en una promesa. Poco tardaron en imputar a alcaldes o diputados y hasta detener a otro presidente de la Diputación de Valencia . ¿Dónde está el cambio prometido? ¿Dónde están las diferencias de unas imputaciones a otras? ¿Es menos presunta la corrupción de la izquierda que la de la derecha? Se contestan solas todas las preguntas, sin duda alguna.

El cambio no ha llegado ni llegará, porque no creen en él. La izquierda valenciana, moderada, nacionalista o radical se cree hecha de “otra pasta” . Una pasta especial que es invulnerable ante la amenaza de la corrupción. Ya dijo el Conseller de Hacienda, Vicent Soler, al principio de legislatura, que ellos no necesitaban controles anticorrupción porque los corruptos tan solo estaban enfrente.

El único cambio en el que cree el tripartito valenciano es en el de los sillones, pero no en el de las formas de hacer política, porque ahí solo ven problemas cuando los que mangonean son otros y no ellos. El cambio vamos a tener que realizarlo quienes creemos de verdad que no se puede seguir engañando a los valencianos.

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